Los vuelos nacionales de Cubana de Aviación, suspendidos tras el mortífero accidente de su vuelo 972 el pasado 18 de mayo, no serán reanudados a corto plazo, de acuerdo con dos fuentes del sector consultadas por el diario digital independiente 14ymedio.
“Hasta el mes de septiembre, como mínimo”,dijo a la publicación una empleada de la aerolínea estatal que atendía a los clientes de la agencia de vuelos nacionales sita en la calle Infanta de La Habana.
“No tenemos todavía una fecha confirmada para el restablecimiento de los vuelos nacionales”, agregó.
Por su parte una trabajadora de la Terminal 1 del Aeropuerto José Martí, de donde salen vuelos internos como el Habana-Holguín que se estrelló hace dos semanas, explicó que la suspensión entra en una nueva etapa: “Hasta ahora los pasajeros estaban siendo trasladados en ómnibus, pero a partir de hoy los vuelos están totalmente cancelados y ni siquiera se procederá a esa gestión”, puntualizó.
Oficina de Cubana de Aviación
Quienes tienen un boleto para volar con Cubana de Aviación en los próximos días deben pasar por la oficina de la aerolínea para “que le reintegren el dinero”, aclaró la empleada de la oficina de la calle Infanta. Sin embargo, la aerolínea ya no asumirá el costo de trasladarlos por carretera.
“No se brindará más la facilidad del transporte terrestre sino que devolveremos el dinero”, agregó en respuesta a inquietudes de los clientes. El diario precisa que los usuarios “indagaban con insistencia sobre el posible restablecimiento del servicio en los meses de vacaciones escolares, en los que tradicionalmente se experimenta un aumento de los viajeros entre provincias”.
La situación se complica con las inundaciones y estragos que ha dejado la tormenta subtropical Alberto en el centro de la Isla, ya que también se cancelaron salidas de la Empresa de Omnibus Nacionales y del ferrocarril, después de las copiosas lluvias de Alberto que en algunos pluviómetros del centro del país alcanzaron los 500 milímetros.
La compañía hondureña EasySky, que vuela de La Habana a Georgetown, Guyana, estuvo operando el Boeing 737-200 matrícula XA-UHZ que se precipitó a tierra en La Habana el pasado 18 de mayo.
Con su defectuosa flota de aviones rusos varada en tierra desde finales de abril por orden del Instituto de Aeronáutica Civil, Cuba ha recurrido crecientemente, para los vuelos internos, al arrendamiento barato de aviones con demasiados años de explotación a compañías charter con cuestionadas prácticas de seguridad y mantenimiento.