La inauguración el miércoles en La Habana por la aerolínea estadounidense American de una oficina para la venta de boletos no salvará sus vuelos desde Cuba, afirma un prestigioso experto de la industria de viajes.
(American Airlines (AA) inauguró el miércoles su oficina comercial en el Centro de Negocios de Miramar, un conjunto de seis edificios entre las avenidas 3ra y 5ta y las calles 76 y 80, en el municipio Playa. La instalación de AA cuenta con una sala de entrenamiento, despacho para el gerente, buró de reservas y un centro de venta de boletos).
Gary Leff, considerado uno de los principales conocedores del campo de los viajeros frecuentes, dice en la publicación especializada View from the Wing que nunca compartió la especie de fiebre del oro que contagió a las aerolíneas estadounidenses al abrirse bajo la administración Obama la posibilidad de volar a Cuba.
Señala que a pesar de que hay una indudable curiosidad por la isla, debida a su carácter de fruta prohibida, el mercado de viajes de negocios es bastante limitado y las compañías aéreas podrían perder mucho dinero. No obstante, dice, hay un potencial de crecimiento, pero depende de que el gobierno cubano lo permita.
El autor señala que el tráfico aéreo originado en Cuba implica altos costos de transacción porque el gobierno permite a sus ciudadanos un uso limitado de la Internet. Las conexiones desde el hogar son prácticamente inexistentes y el acceso es censurado, y además hay poca aceptación de tarjetas de crédito en el país.
“Uno pensaría que una taquilla para que los viajeros compren sus boletos en persona tendría sentido. Sin embargo, casi no hay tráfico para estos vuelos que se originarán en Cuba”, dice Leff y explica las razones.
• Un pasaporte cubano le cuesta casi seis meses de salario medio mensual a un trabajador del Estado
• Un pasaje de ida y vuelta promedio cuesta más de un año de salario medio
• Los cubanos necesitan visas para viajar a Estados Unidos. Esto también requiere pagar una tarifa para obtener una entrevista en la embajada en La Habana.
Por otra parte, agrega el especialista, hay poca infraestructura turística y el aeropuerto es uno de los más caros del mundo para los operadores.
De ahí que que unos cuantos vuelos tengan sentido, pero no la fiebre de las líneas aéreas estadounidenses por el mercado cubano.
Leff apunta la reciente eliminación de tres vuelos y dos reducciones de frecuencias llevadas a cabo por American en sus itinerarios cubanos y dice que construir infraestructura para vender billetes de avión a los isleños no es lo que va a cambiar la economía de los vuelos vacíos, lo cual sólo se resolverá con un cambio sustancial en el terreno en Cuba, o una sacudida en el mercado.
(Con información de View from the Wing)