La demanda de viajes a Cuba desde Estados Unidos pudiera estar amainando debido a factores como un alza en los precios de los hoteles en la isla, a que American Airlines recortó vuelos y a la incertidumbre acerca de si la llegada de Donald Trump a la presidencia resultará en nuevas restricciones a los viajes.
Gregory Geronemus, codirector de smarTours, una operadora turística que ha llevado 3.000 visitantes a Cuba, confirmó que ha habido una baja en la demanda.
Geronemus atribuye la situación en parte a los precios de los hoteles, que han subido casi al doble desde el 2015 y son fijados por el gobierno. "Aún hay demanda, pero hay un límite para lo que puede costear la gente", dijo. Hay alojamiento más barato por medio de Airbnb y otros servicios, pero no todos los viajeros quieren los líos e incertidumbre de viajar por su cuenta a Cuba.
Geronemus dijo que el "zika ha arrojado una sombra" en la región, pese a las afirmaciones del gobierno cubano de que los esfuerzos de erradicación de mosquitos han sido exitosos. El zika, un virus transmitido por mosquitos, puede causar defectos congénitos.
Aunque un número creciente de aerolíneas están ofreciendo vuelos, American Airlines va a eliminar tres de sus 13 vuelos diarios a partir del 16 de febrero y usará aviones más pequeños en algunas rutas, dijo el portavoz Matt Miller. Añadió que los ajustes son comunes en nuevos servicios y que la reducción fue decidida antes de la elección presidencial.
ForwardKeys, que compila datos sobre reservaciones globales, dijo que no ha detectado una declinación en las reservaciones para Cuba. En las últimas semanas, varias aerolíneas estadounidenses iniciaron vuelos comerciales regulares a Cuba. United Airlines lanzó vuelos Newark-La Habana el 29 de noviembre y un servicio sabatino desde Houston el 3 de diciembre. El portavoz Jonathan Guerin dijo que la aerolínea está "preparada para trabajar con el nuevo gobierno". JetBlue, que también lanzó un servicio, dijo que está "complacida con la forma en que van las ventas de viajes a Cuba", sin dar detalles.
Tanner Callais, de Austin, Texas, que tiene un portal de cruceros llamado Cruzely.com, esperaba viajar a Cuba en el 2017.
Pero "ahora, con algunas de las cosas que he escuchado sobre aumentar restricciones en los viajes a Cuba, estamos teniendo cautela", dijo. "Lo último que queremos es gastar mucho dinero para un viaje y que el crucero sea cancelado debido a nuevas restricciones".
Otras personas están reservando viajes en cuanto pueden, por temor a que cuando Trump asuma la presidencia se prohíban los viajes a Cuba. "Normalmente, nosotros reservamos viajes con de tres a seis meses de antelación, pero la gente está llamando esta semana para viajes en tres semanas", dijo Kimberly Haley-Coleman, directora ejecutiva de GlobeAware, que organiza viajes de voluntarios.
Aunque Geronemus dice que la disminución comenzó "mucho antes de que Trump fuera elegido", algunos viajeros están pidiendo que se les garantice que estarán cubiertos si se prohíbe el viaje entre el momento en que reserven sus boletos y la fecha de su viaje. Esto tiene a smarTours prometiendo un reembolso completo o crédito para un viaje con descuento a otro destino si los nuevos reglamentos imposibilitan proseguir con un viaje planeado, dijo Geronemus.
Erika Richter, vocera de la Asociación Estadounidense de Agentes de Viajes, dijo que "algunas personas con las que hablamos están convencidas de que todo dará marcha atrás el 21 de enero. Otras piensan que, como un líder de la industria de hospedaje, (Trump) no lo terminará. Así que yo pienso que es probable, pero no seguro, que veamos una retractación a inicios de 2017".
Pero no está claro lo que Trump tiene en mente para Cuba. Tres días después de la muerte de Fidel Castro, el presidente electo tuiteó: "Si Cuba no está dispuesta a hacer un mejor acuerdo para el pueblo cubano, para el pueblo cubano-estadounidense y Estados Unidos en su conjunto, yo cancelaré el acuerdo".
Algunos críticos creen que el gobierno de Obama debió haber exigido reformas democráticas y en materia de derechos humanos como parte de la disminución de restricciones a los viajes. Pero otros piensan que estimular la economía de Cuba a través de viajes -incluyendo incursiones a la isla de compañías estadounidenses de cruceros, hoteles y viajes- es la mejor manera de generar el cambio.
El miércoles, dos compañías estadounidenses de cruceros, Norwegian Cruise Line Holdings y Royal Caribbean International, recibieron permiso del gobierno cubano para navegar de Estados Unidos a Cuba. En mayo, Carnival Corp. se convirtió en la primera empresa estadounidense en décadas que opera cruceros a Cuba.
Haley-Coleman piensa que lo más probable es una implementación estricta de las reglas que permiten ciertos tipos de viajes a la isla. Incluso con el gobierno de Obama, los estadounidenses no pueden viajar a Cuba como turistas regulares. Tienen que certificar que su viaje se ajusta a una de 12 categorías, incluyendo educacional, humanitaria o cultural. En estos momentos, esa certificación se hace sin demasiadas preguntas.
También el miércoles, un grupo de empresarios cubanos viajó a Washington para entregar una carta en la que solicitan a Trump apoyo para incrementar viajes, comercio e inversión de Estados Unidos con Cuba.