Reclusos del penal 5 y Medio, en Pinar del Río, donde está encarcelado entre otros el rapero Maykel Osorbo, coautor e intérprete del éxito "Patria y Vida", dieron a conocer las precarias condiciones en que permanecen, a riesgo de ser llevados a celdas de castigo.
Lee también El Osorbo finalmente puede entrevistarse con su abogadoDesde esa provincia, el activista Esteban Ajete dijo a Radio Martí que un grupo de reos se han comunicado con él en los últimos días vía telefónica para denunciar la situación que enfrentan.
“Me han hecho llegar la información de que las condiciones dentro del penal son pésimas, el agua que les están dando, para tomar y para bañarse, es agua de una represa que está en el (kilómetro) 7 de la carretera de Luis Lazo y ahí es donde se bañan los animales, defecan y de todo ahí y esa misma agua es la que bombean para el penal […] y es la que utilizan para todo”, informó Ajete.
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De acuerdo con las denuncias hechas por los reclusos a Ajete, “la cantidad de comida que les dan, a las once de la mañana y a las seis de la tarde, cabe en un vasito desechable, quiere decir que el ‘gramaje’ no se corresponde con la cantidad de kilocalorías que debe consumir una persona diariamente. Eso ha traído consigo que muchos de ellos han perdido peso”.
Lee también Preso político recién liberado denuncia torturas en prisiones cubanasEl hacinamiento es otro de los problemas que enfrentan los prisioneros dentro del penal 5 y Medio, encerrados en barracas donde hay hasta cien reclusos y donde no existe aislamiento para los que han contraído Covid-19.
"Lo más difícil para ellos es la situación del medicamento; no tienen medicamentos”, aseguró el activista pinareño.
“Lo otro, es que, independientemente de cualquier situación, los llevan a las celdas de castigo, que se filtran, tienen humedad y allí hay roedores y diferentes tipos de vectores”, concluyó Ajete.
Lee también Cuban Prisoners Defenders estima que hasta cinco mil personas han sido detenidas tras históricas protestas en la islaUn informe divulgado recientemente por Cuban Prisoners Defenders asegura que “el hacinamiento en los centros de detención ha propagado el Covid-19 entre los detenidos, hasta extremos que pueden calificarse como un crimen contra la salud pública”.
“Celdas que estaban destinadas para cuatro o cinco personas, han sido usadas para alojar a decenas, pecho con espalda, provocando un contagio comunitario por toda Cuba en cuestión de pocas semanas”, detalló Javier Larrondo, representante de esta organización en declaraciones a Radio Televisión Martí.
[Con reporte radial de Ivette Pacheco]