La falta de agua en el municipio Habana del Este hace que muchos de sus residentes lamenten la situación.
Desde el reparto Alamar, uno de los más afectados, Ketty Méndez, quien tiene una hija con autismo severo y requerimientos de cuidados especiales, dijo a Martí Noticias que lleva meses sin agua en su apartamento: “Yo llevo cuatro meses sin agua, unas veces porque no entra, otras veces porque el motor se rompió. Los motores de estos edificios son tan viejos como el maldito comunismo y entonces nadie se ocupa de repararlos o de ponerlos nuevos”.
La mujer explicó que todo este tiempo ha tenido que pagar a personas, que han creado un negocio, gracias al problema del agua.
“Yo que tengo una niña enferma que tengo que lavar y cada dos días tengo que pagar 500 pesos moneda nacional para que suban agua de otras cisternas de otros edificios a hombres que se dedican a subir agua en unas tanquetas. Sí, el que tenga dinero lo paga, el que no, se quedó sin agua... un negocio, eso es un negocio”, dijo.
Según Méndez, los delegados del Poder Popular son quienes reciben las quejas de la población: “Jamás los veo aquí en el barrio, es un bla bla bla, pero no pasa más nada, no resuelven problema ninguno”.
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La falta de agua potable agrava la precaria situación de los cubanos
El servicio de agua potable llega de manera intermitente a las viviendas en la zona de Cojímar, ubicada también en La Habana del Este.
Desde un Consultorio del Médico de la Familia dijeron a Martí Noticias que el abasto de agua funciona de manera "inestable".
"Más o menos, un día sí, dos días no, al otro día nos entra, así prácticamente puedo decir que es 24 por 48 horas y en la zona baja, más pegado a la costa, más dificultad", indicó la fuente de esta zona playera.
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En su página de Facebook, la empresa Aguas de La Habana informó acerca de las labores de una "brigada de grandes conductoras" que trabaja en el cambio de un tramo de tubería de 20 pulgadas en el conducto de Alamar, en Vía Blanca y Monumental y La Habana del Este.
En este municipio capitalino está ubicada también la playa de Guanabo, muy visitada por habaneros y extranjeros que se alquilan allí en los meses de verano.
La activista María Elena Mir Marrero, residente del lugar, dijo que como crece el numero de visitantes, empeora el servicio de agua.
“Los motores de las turbinas, que son los que están en muy mal estado, por muchos años. Ahora se triplica el personal en Guanabo, se gasta mucha más agua y eso tiene que explotar de alguna manera y a eso se suma que, sin previo aviso, se fue la luz, volvió la luz. ¿Qué motor aguanta eso?", comentó.