"Señor, quiero pedirle que se lleve todo lo malo, el hambre, la miseria, la necesidad que estamos pasando en este momento. Y espero que para el año que viene (la situación) pueda mejorar", ruega una católica cubana en un video en el que los fieles de una comunidad rural de esa provincia expresan sus deseos para el 2025.
Realizado por el cura Leandro Naun Hung, que publica con regularidad audiovisuales sobre las comunidades católicas a su cargo, el video recoge testimonios conmovedores de residentes en El Oasis, un poblado que se extiende a lo largo de la carretera de Baconao, en Santiago de Cuba.
Las imágenes revelan la vida humilde y en pobreza material de los pobladores del lugar, que consideran el 2024 uno de los peores años que recuerdan.
Una de las fieles aseguró que hace más de dos meses que no tiene servicio de agua potable en su vivienda. La familia, incluidos dos niños, sobrevive cargando vasijas con agua en un vagón. La madre improvisa una cama con sillas en la salita de la casa en las noches de apagón, para que sus hijos puedan dormir en medio del calor y los mosquitos.
"Todo aquí está crítico. A la tienda no llega comida, porque esa es la verdad. No hay arroz, no hay azúcar, no hay nada. Fongo (una variedad de plátano) es lo que estamos comiendo... porque no hay nada, padre", dijo.
Varios de los entrevistados dijeron a Naun Hung que perdieron sus cosechas y animales de corral a causa del robo, que se ha convertido en un problema grave en las zonas rurales del país. También hablaron de la falta de electricidad, que los obliga a cocinar con leña, a falta de otro combustible.
"Este año ha sido terrible para todos, cuánta tristeza, necesidades de todo tipo. Sobre todo se ha pasado hambre; los apagones no tienen nombre, es abusivo... Los precios de los productos son muy elevados. Qué será de este país con tanta indolencia y tan mala dirección y erradas decisiones, que nos tienen hundidos. La inflación que existe la creó el mismo gobierno. Por eso, misericordia pedimos a Dios por este pueblo", comentó el en video el santiaguero Eduardo García.
En una suerte de "exorcismo", los fieles católicos en el video arrojaron los calendarios del 2024 al agua, y pidieron a Dios que se llevara "todo lo malo" que les tocó vivir este año, y pidieron quedarse con "la fe, la esperanza, de que algún día pueda mejorar".