Opiniones sobre el nuevo Código de Familias, a dos meses del referendo

Gustavo Pijuán y su esposa Sura Victorero con sus nietos en Minas, provincia Habana, el 29 de abril de 2022. (AP Photo/Ramón Espinosa).

El nuevo Código de Familias, que ha enfrentado críticas de varias iglesias en Cuba, se someterá a un referendo el 25 de septiembre tras haber sido debatido durante meses en reuniones comunitarias a principios de año, donde los organizadores dijeron que el 62% de los participantes expresaron su apoyo, reporta la agencia de prensa Reuters.

El pasado viernes, la Asamblea Nacional aprobó “la actualización radical de una ley de familia que abre puertas al matrimonio homosexual, impulsa los derechos de las mujeres y aumenta la protección de los niños y ancianos, entre otros tópicos”, indicó Reuters.

"Es un Código que define los tantas veces mencionados pero enaltecedores valores del amor, el afecto, el cuidado, la sensibilidad, el respeto a los demás y la armonía de nuestras familias", dijo el ministro de Justicia, Oscar Manuel Silvera, al presentar el texto a los diputados a la Asamblea Nacional.

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Matrimonio del mismo género, aprobado en Cuba

El pastor Henry Nurse, de la iglesia metodista de Marianao, en La Habana, no estuvo de acuerdo con el texto, al expresar los puntos de vista de la mayoría de las religiones tradicionales “con la excepción de las afrocubanas, que aún no han tomado una posición”.

"Es triste lo que ha estado pasando porque va a traer confrontación", dijo Nurse a Reuters. "Va en contra de lo que se ha enseñado por muchas generaciones de años en el mundo sobre el verdadero matrimonio tradicional entre un hombre y una mujer".

Mónica Baró, periodista independiente, dijo en redes sociales que apoya este nuevo código ya que beneficia al pueblo. Subrayó que no siempre respalda los proyectos del gobierno, y como ejemplo citó su rechazo a la reforma de la Constitución en 2018.

“En el código de la familia, cuando yo lo leo, no hay nada con la cual no estoy de acuerdo”, señaló. “Hay ganancias más grandes que decirle que no a eso”.

El nuevo texto legalizaría el matrimonio entre personas del mismo sexo y uniones civiles, permitiría que parejas homosexuales adopten niños, duplicaría los derechos de las mujeres y promovería la distribución equitativa de las responsabilidades domésticas.

Los padres tendrían "responsabilidad" en lugar de "custodia" de los hijos, y estarían obligados a ser "respetuosos de la dignidad e integridad física y psíquica de los niños y adolescentes".

Ría Acosta Cruz y Gabriela Alfonso, una pareja en La Habana que ha vivido junta durante años, dijeron a Reuters que era su derecho humano casarse y adoptar niños.

"La oportunidad que nos da (el Código) es la del matrimonio. El hecho de poder optar juntas por ciertas cosas y ciertos trámites legales que necesitamos como pareja y no como personas independientes", comentó Alfonso.

Acosta, por su parte, agregó: "Somos un matrimonio, una familia. Los planes los tenemos juntos, la economía juntas(...). No es justo que no exista esta posibilidad".

Un artículo de análisis de la plataforma independiente El Toque, de Claudia Pis Guirola, destacó que “la gestación solidaria, una de las figuras más controversiales de la propuesta, quedó más esclarecida tras varias modificaciones. En cuanto a su alcance, ahora plantea que favorece el ejercicio del derecho de toda persona a tener una familia y se sustenta en el respeto a la dignidad humana como valor supremo, lo cual refuerza su carácter inclusivo y no discriminatorio”.

En torno a otros aspectos de la propuesta, la autora señala que “el artículo 201 deja claro que el matrimonio es la unión voluntariamente concertada de dos personas con aptitud legal para ello, con el fin de hacer vida en común, sobre la base del afecto, el amor y el respeto mutuos. No contiene marcas genéricas, lo cual formaliza ante la ley las uniones entre personas del mismo sexo, otro de los temas ampliamente debatidos durante estos meses”.

“Cabe resaltar también”, añadió, “el aumento de la protección hacia niñas, niños y adolescentes ante situaciones de crisis y desastre como parte de la actuación del Estado. A través de todo el texto se les reconoce como sujetos de derechos, y por ello titulares de deberes: respeto a sus familiares, participar y corresponsabilizarse en el cuidado del hogar y en la realización de las tareas domésticas de acuerdo con su edad y con independencia de su género”.