El Partido Comunista de Cuba negó los permisos al padre Kenny Fernández para representar en las calles el Viacrucis del Viernes Santo en las localidades de Madruga, Aguacate, Catalina y Pipián, poblados donde oficia el sacerdote en la provincia Mayabeque.
La tradicional representación de Semana Santa, que alude a los sucesos más notables de la pasión de Cristo camino del Calvario, deberá hacerse en el exterior de la iglesia de Madruga, "entre la reja y el muro", como explicó el sacerdote en sus redes sociales.
Padre Kenny Fernández
Al respecto, desde La Habana, el joven laico católico Adrián Martínez dijo a Radio Martí: “Se pide (el permiso) sobre todo en este tiempo, para poder realizar y expresar la fe libremente en las calles pero, aquí hay un intermediario, que es la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista de Cuba (PCC) que es el brazo del Partido contra las iglesias, que te dice si aprueba o no aprueba estas marchas”.
En marzo, el Padre Kenny Fernández fue entrevistado por la Seguridad del Estado en la unidad policial de Zapata y C, según recordaba en su cuenta de Twitter este lunes y el motivo de la citación era ser advertido por las publicaciones que realiza en su perfil de Facebook, en las que según las autoridades cubanas, apoya e incita a campañas, marchas y acciones contrarias a las políticas del régimen.
Según Martínez, con estas acciones, se pretende señalar al Padre Kenny Fernández como el problema, cuando en realidad, es el pretexto.
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Partido Comunista impide procesión del Vía Crucis en Mayabeque
“El pretexto para seguir reprimiendo; el pretexto para seguir negando la libertad religiosa, no sólo a a la iglesia y al Padre Kenny, sino que, en este caso, la estamos negando al pueblo”, indicó.
Lee también Cuba entre los 50 países donde más se persigue a los cristianos en el mundoEn opinión de Martínez, quien el 11 de julio de 2021 salió a las calles junto a varios sacerdotes, en Cuba se intensificará la represión contra la iglesia católica y hacia otras iglesias de otras denominaciones.
"Producto a que el gobierno ha logrado exiliar a muchos de los activistas y hoy mismo, los que vamos quedando en la isla, denunciando los derechos humanos y los crímenes que se están cometiendo con el pueblo, somos los sacerdotes, religiosas y laicos que vamos quedando acompañados de una minoría que, yo creo, esperanzadoramente, que crecerá, porque hay una juventud inquieta que necesita contar la verdad”, concluyó.