Durante el Foro Democrático en el Exterior, convocado por el partido del expresidente y senador de Colombia, Alvaro Uribe, el Centro Democrático logró reunir en Davie, Florida cerca de 1.300 personas de varias nacionalidades que se acercaron a escuchar hablar sobre democracia.
“Uribe, salve Latinoamérica”, le decían conmocionadas un grupo de mujeres venezolanas, miembro de las Damas de Blanco de Venezuela, inspiradas en el movimiento cívico pro derechos humanos cubano. “Uribe, salve la democracia”, le suplicaba un grupo de colombianos provenientes de Nueva York y otros lugares de EEUU.
El líder político colombiano, cuyo mandato se caracterizó por su lucha férrea contra el terrorismo y el narcotráfico, dejó a Colombia con las guerrillas de las Farc y el ELN notoriamente menguadas, los cultivos de coca reducidos en mas de un 50% y los cabecillas paramilitares extraditados a EEUU. Sin embargo, contrario a todos los pronósticos, su candidato en 2010 y actual presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, cambió radicalmente el rumbo del país incumpliendo las promesas realizadas en campaña electoral junto a Alvaro Uribe.
En un entorno enrarecido, dejado por un tratado de paz firmado por el presidente Santos con las Farc, los colombianos viven hoy una “paz” entre bombas y ataques a la población, guerrilla y narcotráfico, mientras las Farc se han convertido en partido político y los autores de crímenes de lesa humanidad de sus filas se enrutan a ocupar las más de 10 curules en el Congreso, otorgadas en el acuerdo de La Habana.
Por esto, el próximo 27 de mayo Colombia enfrentará las elecciones presidenciales más delicadas de su historia republicana, decenas de candidatos se disputan el Palacio de Nariño y la dirección del país, incluido Rodrigo Londoño, alias Timochenko, quien tiene una condena de más de 400 años por cumplir con la justicia colombiana, por crímenes como secuestro, masacres, reclutamiento de menores y tráfico de drogas, entre otros.
El próximo presidente y la "Bomba de la Paz"
El candidato presidencial de Colombia, Iván Duque, nos recibió en entrevista exclusiva para hablar sobre el futuro de Colombia y la incidencia que tendría su futuro gobernante en una Venezuela convulsa y una Cuba silenciada.
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Iván Duque, senador por el partido Centro Democrático, abogado especializado en derecho internacional económico y gerencia pública, expone más que credenciales y trayectoria para luchar por la presidencia.
Pero quien sea elegido presidente de Colombia este 2018 recibirá el país en un conflicto silente, con apariencia de paz, pero una bomba de tiempo contenida en un pueblo que se siente traicionado por su mandatario.
“Es que la paz no está en un papel, la paz no está en un acuerdo, la paz no está en un premio nobel. La paz es el triunfo de la legalidad en una sociedad”, se apresura en puntualizar Duque, mientras subraya que con el acuerdo de La Habana, “se ha premiado a las Farc e incentivado a la criminalidad con un tratado que es un monumento a la impunidad”.
Los votantes en el plebiscito de 2016 dijeron “no” al acuerdo con las Farc y ahora apenas comienzan a cobrar factura manifestándose en las calles, abucheando enardecidos al candidato de las Farc a donde quiera que alias Timochenko se presenta en campaña.
Iván Duque afirma que “la expresión de protesta pacífica es válida en una democracia” y que “el pueblo colombiano está indignado y está apelando a la sanción social”, reaccionando enfurecido al ver criminales de lesa humanidad aspirando al congreso y la presidencia sin pagar cárcel por sus delitos, sin cumplir antes con la justicia, sin reparar a las víctimas ni entregar los menores reclutados, entre otras arbitrariedades.
Uribe, por su parte, dice que no le preocupa Timochenko, “al menos Timochenko es declarado”, le preocupan “los Timochenkos no declarados”, probablemente refiriéndose a Gustavo Petro y Sergio Fajardo, dos candidatos de izquierda que van punteando en las encuestas presidenciales.
El candidato por el Centro Democrático enfatizó que “esta es una elección entre quienes defienden la impunidad y quienes queremos la justicia. Esta campaña es entre 2 modelos de país: una que nos conduciría a un modelo como el de Venezuela y la nuestra, que es la defensa del país, cimentado en la legalidad, en donde el imperio de la ley sea el temor del delincuente”, afirma Duque.
Incidencia de Colombia en futuro de Cuba y Venezuela
El próximo presidente de Colombia no solo se enfrentará al reto de gobernar un país dividido, también tendrá que afrontar las problemáticas de un vecino que fenece en la miseria bajo el gobierno de Maduro. A casi un millón se estima llegará este año el número de migrantes venezolanos en Colombia.
Por ello, el candidato Duque enfatiza en que es vital “derrotar en las urnas a quienes quieren llevar a Colombia por el mismo camino de Venezuela”.
Previo al Foro Democrático, el expresidente Uribe dijo en rueda de prensa que le hubiera gustado estar equivocado hace unos años cuando advirtió que “un país sin empresa, que estimula el narcotráfico y el terrorismo, no tiene futuro”, refiriéndose a Venezuela.
A la misma vez Uribe afirmó que “es hora de que las FF.AA. de Venezuela le quiten el apoyo a Maduro. No para instalar un gobierno militar sino para hacer unas elecciones sin fraude y sin control del comunismo”.
Ante la pregunta de si Colombia sería clave en la democratización de Venezuela, el candidato Iván Duque responde que “tiene que serlo” y por eso el año pasado denunció los atropellos del gobierno venezolano en contra de su pueblo, ante la Corte Penal Internacional, junto a 76 senadores de Colombia y más de 50 senadores chilenos. La fiscal de dicha corte acaba de abrir una observancia sobre Venezuela, producto de estas denuncias.
“Este es el preludio de una investigación y ojalá un juicio contra este tirano que está cometiendo crímenes atroces en contra de la población”, afirma Duque refiriéndose al presidente Maduro. “El deber moral de quienes aspiramos gobernar países es denunciar esa dictadura”, concluye.
Y Cuba, ¿no es una tarea pendiente para los políticos latinoamericanos?
“Cuba es una dictadura”, afirma enfático. “Cuba debe tener una transición hacia la democracia y las libertades”, enfatiza mientras se pregunta “¿hasta cuándo van a querer tener un pueblo oprimido que no pueda expresarse?
“Muchos de ustedes están viviendo en países donde hay dictaduras”, dice Duque en un mensaje dirigido especialmente a los pueblos de Cuba y Venezuela, “hay algunos que han pretendido arrebatarles lo más importante del ser humano que es su individualidad, decidir por ustedes, intimidarlos… y quiero decirles que su dolor y su causa, también es la nuestra”, finaliza.