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Critica ministro brasileño nivel de médicos graduados en Cuba


Jóvenes médicos muestran sus diplomas de recién graduados en medicina (foto archivo).
Jóvenes médicos muestran sus diplomas de recién graduados en medicina (foto archivo).

El titular de Salud,cuestionó la capacidad de los médicos primarios graduados en la ELAM. Dijo que Brasil buscará en España y Portugal los doctores que le faltan.

Presionado por el Consejo Federal de Medicina y la Asociación Médica Brasileña, que agrupa a más de 400 sociedades estatales y regionales del gremio, el ministro de Salud de Brasil, Alexandre Padilha, descartó el martes importar médicos cubanos para trabajar en los municipios del interior.

"Descartamos buscar médicos cuyo tiempo de formación no sea reconocido en su propio país”, dijo Padilha, “como [sucede] en la ELAM (Escuela Latinoamericana de Medicina) en Cuba [que ofrece un curso especializado de apenas dos años centrado en atención primaria a la salud]. La sola formación en una universidad no garantiza el ejercicio de la medicina, se necesitan cursos de especialización y residencia médica. Fuera de eso, siempre que se trate de un médico formado con calidad, no tenemos prejuicios ni restricciones", aseguró el titular.

A principios de este mes, la cancillería brasileña anunció que Brasilia estaba negociando un acuerdo con Cuba para recibir a unos 6.000 médicos de ese país. Pero el ministro del ramo ha aclarado que uno de los requisitos es que los profesionales provengan de países cuya formación universitaria garantice una práctica aceptable de la medicina en Brasil.

Padilha también confirmó sus declaraciones de la semana pasada respecto a que Brasil priorizará a médicos de España y Portugal y adelantó que el gobierno se propone trabajar en un memorándum bilateral para fortalecer las negociaciones en marcha con el Ministerio de Salud de España.

"Ellos han expresado su interés en ampliar la cooperación con nosotros, el intercambio para el envío de profesionales de la medicina, y la colaboración en proyectos específicos para barrios marginales o poblaciones del interior", dijo.

El funcionario criticó por otra parte la posición de las entidades médicas, que han enfatizado su rechazo a poner a trabajar a galenos que no hayan pasado por la revalidación de sus títulos en Brasil.

Padilha aseguró que no habrá revalidación automática de los diplomas y que los doctores extranjeros tendrán que someterse al Examen Nacional de Reválida de Diplomas Médicos. Pidió asimismo que no se tilde de “seudomédicos” o “médicos de segunda” a los que no aprueben el examen, y llamó a no convertir en un tabú la política de atracción de médicos extranjeros.

EL GRITO EN EL CIELO

La controversia se inició el 6 de mayo, cuando el gobierno anunció que como alternativas para cubrir la carencia de profesionales en áreas remotas y marginales del país estaba analizando la posibilidad de importar médicos de países como Portugal, España y Cuba.

La ELAM, al oeste de La Habana. Sólo 11 % de los médicos graduados en Cuba aprobaron la reválida en Brasil en 2012.
La ELAM, al oeste de La Habana. Sólo 11 % de los médicos graduados en Cuba aprobaron la reválida en Brasil en 2012.
Inmediatamente, el Consejo Federal de Medicina (CFM) criticó la propuesta, subrayando que en los exámenes de reválida de títulos de 2012, sólo un 11% de los médicos formados en Cuba resultaron aprobados. La semana pasada el CFM presentó una moción en contra de la iniciativa ante la Procuraduría General de la República.

Por su parte la Asociación Médica Brasileña, por boca de su presidente, Floriano Cardoso, dijo que el Gobierno sería "directamente responsable de los errores, complicaciones y muertes que pudieran ocurrir si médicos incompetentes comienzan a atender a la población".

Según el ministro de Educación, Aloizio Mercadante, los cerca de 6.000 doctores que serían contratados permanecerán en el país de manera temporal, por un período de hasta tres años. "Se discute traer médicos extranjeros certificados en su país, que trabajarían por un máximo de tres años, con carácter provisional. Serían tutelados por las universidades y trabajarían exclusivamente en el Sistema Único de Salud (SUS), en áreas donde hay necesidad de médicos", dijo Mercadante.

Datos del Ministerio de Salud muestran que en Brasil hay 1,8 médicos por cada mil habitantes. En Argentina, la relación es de 3,2 por cada mil, y en países como España y Portugal, la proporción es de 4 por cada mil.

Producto de las graduaciones masivas implementadas por Fidel Castro, en 1999 había en Cuba 5,8 médicos por cada mil habitantes, lo cual permitió implementar el sistema del médico de la familia, idealmente uno para cada 120 personas. Dicho sistema de atención primaria se ha deteriorado notablemente con la exportación de profesionales de la salud en lo que va de siglo.

AUNQUE PAGAN BIEN, POCOS QUIEREN IR

A principios de este año, los alcaldes brasileños presentaron al gobierno federal una serie de demandas relacionadas con la asistencia sanitaria. Uno de los puntos destacados fue la dificultad para atraer médicos a las zonas más pobres, incluidos los barrios marginales de las ciudades y el interior del país.

Para resolver el problema, el gobierno ha considerado entre otras alternativas aumentar el cupo en los cursos de medicina de las universidades. Pero una de las iniciativas más esperanzadora, el Programa de Valorización del Profesional de Atención Primaria (Provab), que ofrece como salario mensual medio 8.000 reales (unos 4.000 dólares, aunque en zonas del nordeste llega a 7.500 USD), sólo ha sido aceptado por unos 4.000 médicos, entre más de 370.000 que hay en el país.

Los doctores cubanos han sido enviados a zonas igual de recónditas que el Amazonas
Los doctores cubanos han sido enviados a zonas igual de recónditas que el Amazonas
Según el ministro Padilha, Brasil está siguiendo las experiencias de países desarrollados como Gran Bretaña, donde el 40% de los médicos procede de otros países; Canadá, donde el 22% de los médicos son extranjeros, y Australia, donde la cifra de galenos de origen foráneo es del 17%. En Brasil, sólo un 1% de los médicos proviene de otros países.

La situación obligaría a reconsiderar, al menos en el caso de los médicos, las estrictas políticas migratorias del gigante suramericano.

NI LOS CEREBROS ERAN 'BENVINDOS'
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Citando estadísticas de la Organización de Estados Americanos, el servicio noticioso estadounidense Bloomberg señala que en 2010 la cifra de inmigrantes con residencia permanente en Brasil equivalía a sólo un 0,01 por ciento de la población, frente al 0,24 por ciento en Argentina y 0,34 por ciento en los EE.UU.

En el mismo año, según el Ministerio del Trabajo de Brasil, el número de permisos laborales otorgados a extranjeros aumentó a 73.022, de 70.524 en 2011 y 56.006 en 2010.

Otros datos de 2010 publicados por Naciones Unidas indican que los inmigrantes representan sólo el 0,4 por ciento de los 195 millones de habitantes de Brasil, en comparación con 1,3 por ciento en América Latina, 9,5 por ciento en Europa y 14,2 por ciento en América del Norte,

Joao Marques, director en Sao Paulo de EMDOC, una consultoría de inmigración y relocalización, señaló a Bloomberg que el rígido mercado laboral brasileño y la formación insuficiente han llevado a una escasez de mano de obra calificada en el país, en particular ingenieros, médicos y científicos.

La agencia entrevistó a Andrés, un otorrinolaringólogo cubano de 51 años, que ejerció la medicina durante dos decenios en la isla. Aunque él podría ayudar a superar la escasez de médicos en Brasil, se queja de que antes de obtener su licencia médica, lo que podría tardar más de un año, tendrá que esperar dos años para legalizar sus papeles de inmigración y sus documentos de trabajo. Mientras tanto, se gana la vida vendiendo toallas playeras en Rio de Janeiro.

"Si en dos años no he resuelto el problema, me largo de aquí", dijo Andrés a Bloomberg. "Me iré a otro país donde pueda trabajar", aseguró.
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    Rolando Cartaya

    Rolando Cartaya (La Habana, 1952) periodista, traductor e investigador. Trabajó por varias décadas en Radio Martí desde 1989, donde fue periodista, editor y director y guionista de programas radiales. Actualmente labora en la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba. Fue vicepresidente en la isla del Comité Cubano Pro Derechos Humanos.

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