El primer ministro del régimen cubano, Manuel Marrero, acusó recientemente a las mipymes de convertirse en millonarios utilizando el presupuesto del Estado. Dueños de empresas en la isla han sido arrestados y casos de corrupción destapados en la prensa oficial.
El consultor y analista en temas de la economía cubana Ángel Marcelo Rodríguez Pita dijo desde La Habana que considera que el país está ante una nueva arremetida del Estado contra el sector privado.
“Estamos ante un proceso de regresión de las medidas [de apertura económica]. No se ha avanzado en los procesos de privatización de sectores de la economía mientras la Oficina de Control Tributaria está persiguiendo todos los procesos de importación y las declaraciones de cada uno de los contribuyentes”, dijo Rodríguez Pita en entrevista con Martí Noticias.
“El banco también está cometiendo una arremetida y, a pesar de no ser un órgano de control o fiscalización, está siendo utilizado por parte de las autoridades para ello”, añadió.
Rodríguez Pita explicó que esta situación no es un fenómeno nuevo, sino parte de una estrategia continua del gobierno cubano para controlar y limitar el crecimiento del sector privado.
“No es más que otra arremetida del gobierno cubano en contra del sector privado cubano, y no solo contra las mipymes, sino también contra las cooperativas no agropecuarias,” afirmó.
Privatización y abandono
Uno de los puntos más llamativos del discurso de Marrero fue la mención de la privatización de ciertos sectores y el abandono de otros. Rodríguez Pita destacó que muchas de las empresas estatales que han sido arrendadas al sector privado estaban en condiciones deplorables, y es el sector privado el que ha tenido que invertir en su rehabilitación para poder operar.
“El sector privado es el que está arreglando y acomodando esos locales que el sector estatal no puede mantener", señaló Rodríguez Pita. En varios casos, apuntó el economista, se ha visto que luego el Estado intenta retomar los locales remozados y las empresas que han salido de la quiebra.
Corrupción y falta de transparencia en Cuba
La corrupción y la falta de transparencia son problemas endémicos en Cuba, dijo el experto.
Rodríguez Pita mencionó el caso del Ministro de Economía, Alejandro Gil, cuya desaparición y silencio han generado rumores y preocupaciones sin respuesta por parte del gobierno. Junto a Gil, y sin que se hayan revelado cargos en su contra, las autoridades también arrestaron al empresario Fernando Javier Albán, dueño de AgroIndustrial Media Luna, un negocio exitoso en Ciego de Ávila.
Recientemente, el régimen también ha informado de millonarios casos de corrupción en Guantánamo y La Habana. En el oriente del país, detallan los reportes oficiales, se robaron más de siete millones de pesos en productos que nunca llegaron a su destino, en la Empresa Municipal de Gastronomía de Guantánamo.
Rodríguez Pita resaltó la existencia de dos velocidades en el sector privado: pequeñas mipymes que luchan por sobrevivir y grandes empresas con conexiones privilegiadas. Estas últimas, generalmente vinculadas a altos funcionarios del gobierno, tienen acceso a contratos y recursos que las demás no pueden obtener.
“Las comercializadoras y las empresas de servicios de mensajería en la isla están conectadas con la cúpula del gobierno y son las que se benefician de las medidas anunciadas”, explicó Rodríguez Pita.
Nuevo decreto para limitar gasto público en el sector privado
Rodríguez Pita contextualizó un nuevo decreto del Ministerio de Finanzas y Precios para contener el gasto público de entidades estatales en sus relaciones con el sector privado, que limita la conformación de precios y tarifas en las fichas de costos y gastos de productos y servicios.
De acuerdo con la resolución, se establece para la licitación por empresas estatales que la tasa de utilidad máxima en la oferta de los privados no exceda del 30% sobre el total de los costos y gastos.
“Esto aumenta la inseguridad en los inversionistas, limita la reproducción del capital en los negocios, deteriora el intercambio comercial, sienta las bases para una competencia desleal entre privados y públicos tras intentar subordinar abiertamente los intereses del primero al segundo”, dijo Rodríguez Pita.
“De esta manera, las autoridades en la Isla pretenden continuar negando el papel del mercado en la formación de precios y no reconocer que éstos constituyen un indicador sintético de la escasez de un bien o servicio en relación a sus posibles usos por la sociedad”, añadió el economista.
Contradicciones del régimen
Rodríguez Pita mencionó que el régimen cubano afirma estar a favor del desarrollo del sector privado, pero en la práctica, las acciones tomadas demuestran lo contrario. “El objetivo del gobierno es subordinar las empresas privadas a las estatales”, dijo.
“Buscan que las empresas privadas complementen la actividad de las empresas estatales socialistas, pero dado el fracaso generalizado de estas últimas, este objetivo es insostenible”, añadió.
Rodríguez Pita subrayó que muchas mipymes están compuestas por individuos que buscan oportunidades legítimas para mejorar su situación económica. Sin embargo, enfrentan constantes obstáculos burocráticos y falta de apoyo gubernamental.
“El sector privado es esencial para la revitalización de la economía cubana, pero necesita un entorno más favorable para prosperar", concluyó el experto.
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