La intromisión de la Seguridad del Estado, el Partido Comunista y el gobierno en las decisiones de los jueces cubanos es un hecho, y “no es serio” afirmar que sus veredictos a favor del régimen se deban solamente al temor a las represalias, declaró el martes desde La Habana un jurista entrevistado por Radio Martí.
“Yo fui juez en el Tribunal Popular Municipal de Guanabacoa, luego en la Sala Quinta de lo penal del Tribunal Provincial de La Habana, y luego fui presidente de la Sala Sexta de lo penal de ese Tribunal”, le dijo Julio Ferrer Tamayo al presentador y periodista Tomás Cardoso al poner un ejemplo concreto de esa intromisión.
Lo experimentó personalmente en los primeros años de la década de los 90. Comenzaba el periodo especial, y las personas que querían irse a Estados Unidos eran procesadas por el delito de salida ilegal del país.
“Los expedientes los instruían en Villa Marista, la sede de la Seguridad del Estado”, declara Ferrer Tamayo. “Los funcionarios de Villa Marista iban al tribunal; yo tuve problemas, tuve serias serias confrontaciones porque amedrentaban a los jueces”.
El miedo que sienten los jueces no es absurdo, subraya el jurista independiente a raíz de que el ex presidente del Tribunal Provincial de Villa Clara, Edel González Jiménez, dijera el lunes en Madrid que la autocensura es el único obstáculo para una justicia imparcial en la isla.
“Nunca recibí, en 17 años, ningún tipo de interferencia, ni del Partido ni del gobierno”, declaró González Jiménez. “¿Qué pasa cuando un asunto tiene naturaleza política? Pues entonces hay miedo. Ese temor que tenemos nosotros [los jueces], puede incidir negativamente en que se consiga la justicia”.
El miedo al que él se está refiriendo es el miedo al aparato represivo del régimen, indica Ferrer Tamayo.
“Sobre todo a la Seguridad del Estado, que es la que tiene el control de casi toda la sociedad, de todas las instituciones aquí en el sistema social cubano”, explica.
Ocurre lo mismo con los bufetes colectivos, asegura.
“Bufete colectivo es una dependencia estatal; está creado por el Decreto Ley 81”, dice. “O sea: el Estado creando una entidad <<independiente>>, eso es irracional, no se lo cree nadie. El bufete colectivo depende y lo rige el Ministerio de Justicia”.
En la conferencia de prensa organizada en Madrid por el grupo Prisoners Defenders, se supo que el ex presidente del Tribunal Provincial de Villa Clara, Edel González Jiménez, reside en Perú, y que allí imparte clases en una universidad privada.
En la entrevista, Ferrer Tamayo le dijo al periodista de Radio Martí que está a disposición de González Jiménez para, si quiere comunicarse con él, darle los argumentos que demuestran por qué el sistema judicial cubano no es independiente y por qué su afirmación no es seria.
Para el abogado independiente Alberto Méndez Castelló, las declaraciones del ex presidente del Tribunal Provincial de Villa Clara pudieran deberse a la mala memoria.
“En los años 1979 y 1980, algo así, hubo en Cuba un crecimiento fortísimo de la actividad delictiva, robos con violencia, robos con fuerza –hoy día también están ocurriendo muchos, y dicho sea de paso, la respuesta policial es baja”, declara Méndez Castelló en la conversación con Cardoso.
Fidel Castro dijo entonces en un discurso que el sistema judicial debía prestar más oídos y darle más credibilidad a lo que dijeran las fuerzas policiales.
“Ahora mismo tenemos allá en Santiago de Cuba el caso de José Daniel Ferrer y otras personas”, observa el jurista independiente. “Sencillamente no tienen abogados defensores, porque se les ha negado a los abogados el acceso al expediente en la fase preparatoria”.
Es público y notorio que, en los delitos contra la Seguridad del Estado, es muy difícil para un abogado sacar a alguien en libertad; defender al acusado como es debido, subraya Méndez Castelló. Eso tiene una explicación, añade, y es que desde pequeños los cubanos se educan en el principio de obediencia absoluta al Partido Comunista, como reza la Constitución.
“En ningún caso, diría yo, [los jueces] operan de manera independiente cuando hay un partido único al que usted le debe acatamiento”, dice. “Invito a cualquiera a que vaya a una vista judicial y verá cómo los jueces les preguntan a los acusados si están <<integrados>>, algo que se refleja en la sentencia; si usted no pertenece a los CDR y lo que ellos tienen como organizaciones sociales, usted en Cuba es una no persona, es un apestado”.