Precipitaciones de más de 200 milímetros durante la madrugada del domingo ocasionaron la crecida del río Cabaña hasta límites nunca antes vistos, lo que provocó inundaciones en varias comunidades de Moa, en Holguín.
De acuerdo a reportes de la prensa local, el agua llegó a sobrepasar el metro y medio de altura, penetrando prácticamente en todas las viviendas del reparto Ecrin, uno de los más afectados por las inundaciones.
“A la 1.10 de la madrugada los sistemas de aviso informaron que comenzaba la crecida del río Cabaña”, informó en Facebook el periodista oficialista Camilo Velazco Petittón, director de la radio local La Voz del Níquel.
De acuerdo con Velazco, “las rojas aguas del río hicieron estragos en las viviendas, inundando todo cuanto encontraron, arrastrando muebles, equipos y otros recursos y medios de los moradores, muchos de los cuales han regresado para tratar de salvar sus pertenencias y retirar todo el lodo”.
Al menos 135 viviendas se vieron afectadas por el agua y el lodo, según cifras oficiales, aunque las autoridades locales trabajan aún en la cuantificación de los daños, informó el diario estatal Granma.
"Las familias han corrido mucho peligro. Hubo casos de personas atrapadas en las casas por el agua, que fueron socorridas por vecinos, primero, y luego, por los mecanismos de respuesta del Consejo de Defensa Municipal. La mayoría de las pertenencias se han perdido. Pero víctimas no hay”, explicó en sus redes sociales la periodista oficialista Yulieska Hernández.
Idania Pineda, especialista del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), informó que se registraron 205 milímetros de lluvia en la ciudad de Moa, 208 mm en la Derivadora, 121 mm en la presa Moa y 163.3 mm en Calentura.
“En las últimas 24 horas se han registrado lluvias intensas en diferentes áreas, provocando inundaciones en las zonas bajas y márgenes de los ríos y deslizamientos de tierra en las montañas”, detalló.
Horas antes, varios usuarios en redes sociales mostraron imágenes de calles inundadas en la ciudad de Holguín.
La región oriental del país aún no se recupera de las intensas lluvias que afectaron a varias provincias en junio pasado, cuando se reportaron al menos seis fallecidos como consecuencia de las inundaciones: dos en Granma, otros dos en Camagüey, uno en Las Tunas y uno en Santiago de Cuba.
En Granma, la provincia donde ocurrieron los mayores daños, quedaron aisladas más de cien comunidades, de ellas 14 por deslizamientos de tierra y 91 por crecidas de ríos. Además de 89 kilómetros de carreteras y 71 km de vías y caminos interrumpidos por las inundaciones.
“Nadie quedará desamparado”, aseguró el gobernante Miguel Díaz-Canel en ese momento, y dijo que había que “actualizar los planes de reducción de desastres para este tipo de lluvias intensas”. Apenas cinco meses después, el panorama vuelve a ser desolador.
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