La noticia del arribo de una nueva central generadora flotante de Turquía, que llegó a La Habana este fin de semana procedente de Panamá, no representa un alivio sustancial para la población cubana, que vive una situación de crisis total en medio de prolongados apagones, escasos alimentos y la falta de combustible para cocinarlos.
La estatal Unión Eléctrica (UNE) pronosticaba este lunes un déficit de generación de más de 1,300 MW en el horario pico. Cubanos residentes en varias provincias de la isla aseguraron a Martí Noticias que la crisis con los apagones continúa.
En algunas zonas de Pinar del Río la situación del servicio eléctrico es crítica desde hace varias semanas. "Amaneció el sábado sin electricidad" y no vino hasta alrededor de las 12 de la noche, aseguró desde esa provincia José Rolando Cásares.
El activista señaló que, además de la crisis eléctrica, tampoco hay combustible para la cocción de los alimentos. A su comunidad, en el reparto Barcón, de la ciudad de Pinar del Río, "lo que viene son entre 20 y 30 balitas de gas", que no abastecen a todos los núcleos familiares del área.
En Güira de Melena, en Artemisa, fue total el apagón el sábado, comentó Marta Domínguez. "El último apagón duró 24 horas". Además, en el municipio "no hay gas y el carbón está muy caro", señaló.
En Santa Clara, el sábado fue igual de "terrible, hubo un apagón general grande", dijo el activista Guillermo del Sol.
Mientras, en Camagüey, al centro de la isla, hay vigilancia policial en las calles durante los largos apagones, afirmó la emprendedora y activista Leydis Tabares. "Entonces la gente prefiere pasar hambre y no estar preso", dijo.
"Ayer (domingo) la pusieron como a las 9 de la noche... Te imaginas, el día que tienen las mujeres para estar en la casa, las que trabajan y tienen niños... Todo el mundo está cocinando con leña [porque] todavía el gas licuado no ha llegado a Camagüey", detalló Tabares.
Teresa Miranda, residente en Mayarí, provincia oriental de Holguín, dijo a Martí Noticias que además de los apagones, los pobladores del lugar sufren la falta de alimentos. "Los viejos, pobrecitos, arrastrándose por ahí con el hambre que tienen. Aquí no mandan nada de comer".
Los residentes de la ciudad de Guantánamo, en el extremo oriental de la isla, enfrentan apagones de entre 8 y 10 horas diarias, "pero en los municipios es mucho peor, de 12 horas diarias", apuntó Miguel Ángel López Herrera. En cuanto a los alimentos que se distribuyen por la canasta básica, solo han llegado a las bodegas "dos libras de arroz y más nada".
Los santiagueros viven una crisis similar, dijo desde esa provincia la activista Lisandra Rivera.
"Yo vivo en el reparto Portuondo. Allí nos acostamos sin corriente y nos levantamos sin corriente. Esto es de lunes a lunes, y cada día va a ser peor. Mira la fecha que es y no ha venido nada a la bodega, y hace como tres meses que no venden leche para los niños", aseguró.
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