Las 29 Damas de Blanco que lograron asistir este domingo al Santuario Nacional del Cobre en la oriental provincia de Santiago de Cuba recibieron el beso de la paz por parte de todos los asistentes a la congregación, explicó a Radio Martí la miembro de esa organización, Karina Quintana.
“Nos sentimos orgullosas porque había una peregrinación de La Habana y todo el mundo cuando se fue a dar el beso de la paz nos saludaron en un gesto de buena voluntad”, agregó Quintana.
Una de las participantes se dirigió a las Damas de Blanco para que pidieran por la unión del pueblo cubano mientras otras les manifestaban su apoyo porque “estaban seguras de que íbamos a triunfar algún día”.
Según refiere la fuente varios asistentes a la misa de este domingo en el Cobre les expresaron que continuarían orando “para que las Damas de Blanco se respeten en Cuba”.
La entrevistada agregó que no se reportaron incidentes violentos ni ningún acto de “represión”. “Vinieron, contaron, miraron pero hasta ahí”, dijo Quintana acostumbrada a los actos de repudio y asedio por parte de las fuerzas del régimen.
Además de la observación a distancia, la policía también retiró los tradicionales puntos de control donde requisaban todos los vehículos para no permitirles la entrada a las Damas de Blanco al Cobre.
Previo a la retirada de la policía de los puntos de control, las Damas de Blanco tenían que atravesar por el monte para orar y pedir por la libertad de la isla.
Por su parte la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler le dio gracias a Dios porque 47 mujeres podían caminar sin ninguna dificultad por la Quinta Avenida portando las fotos de Sonia Garro y Niurka Luque, dos miembros de ese movimiento que aún se encuentran cumpliendo prisión. Soler destacó como en Holguín otras siete mujeres también asistieron a la casa de Dios.
La representante de las Damas de Blanco en Guantánamo, Rosaida Ramírez Matos, esposa del preso político Rogelio Tabío López, dijo a Radio Martí que seis de ellas asistieron a la misa de la Iglesia Santa Catalina de Ricci, sin que ocurrieran incidentes represivos, aunque las autoridades policiales vigilaron a la distancia.
“Nos sentimos orgullosas porque había una peregrinación de La Habana y todo el mundo cuando se fue a dar el beso de la paz nos saludaron en un gesto de buena voluntad”, agregó Quintana.
Una de las participantes se dirigió a las Damas de Blanco para que pidieran por la unión del pueblo cubano mientras otras les manifestaban su apoyo porque “estaban seguras de que íbamos a triunfar algún día”.
Según refiere la fuente varios asistentes a la misa de este domingo en el Cobre les expresaron que continuarían orando “para que las Damas de Blanco se respeten en Cuba”.
La entrevistada agregó que no se reportaron incidentes violentos ni ningún acto de “represión”. “Vinieron, contaron, miraron pero hasta ahí”, dijo Quintana acostumbrada a los actos de repudio y asedio por parte de las fuerzas del régimen.
Además de la observación a distancia, la policía también retiró los tradicionales puntos de control donde requisaban todos los vehículos para no permitirles la entrada a las Damas de Blanco al Cobre.
Previo a la retirada de la policía de los puntos de control, las Damas de Blanco tenían que atravesar por el monte para orar y pedir por la libertad de la isla.
Por su parte la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler le dio gracias a Dios porque 47 mujeres podían caminar sin ninguna dificultad por la Quinta Avenida portando las fotos de Sonia Garro y Niurka Luque, dos miembros de ese movimiento que aún se encuentran cumpliendo prisión. Soler destacó como en Holguín otras siete mujeres también asistieron a la casa de Dios.
La representante de las Damas de Blanco en Guantánamo, Rosaida Ramírez Matos, esposa del preso político Rogelio Tabío López, dijo a Radio Martí que seis de ellas asistieron a la misa de la Iglesia Santa Catalina de Ricci, sin que ocurrieran incidentes represivos, aunque las autoridades policiales vigilaron a la distancia.