Una “versión renovada” del polémico programa Más Médicos será reinstalada en Brasil, según declaró al diario “Folha” el Secretario de Atención Primaria de Salud de la nación carioca Nesio Fernandes.
"La agenda de reanudación de Mais Medicos es inmediata. Queremos poner médicos en todos los municipios brasileños en poco tiempo", dijo el titular brasileño, explicando además que dicha agenda de salud contempla, en primera instancia, la contratación de galenos nacionales y, en segunda, a los médicos brasileños que hayan estudiado en el extranjero.
Las plazas que no hayan sido cubiertas con estas condiciones “podrán ser reclamadas por médicos extranjeros”, subraya Folha.
El programa Más Médicos, creado en 2013 por la expresidenta brasileña Dilma Rousseff y descartado por el también expresidente Jair Bolsonaro en 2019, estaba mayoritariamente integrado por profesionales de la salud procedentes de Cuba bajo la sombrilla de las Brigadas Médicas Henry Reeve. De acuerdo con Fernandes, al ser anulado por el gobierno de Bolsonaro, varias localidades en el interior del país quedaron sin servicios médicos.
"Hasta la fecha no se han cubierto gran parte de las vacantes de los médicos cubanos que abandonaron Brasil debido a una crisis diplomática. Hay un déficit de asistencia y se superará", afirmó el Secretario de Atención Primaria de Salud.
Un reporte de la oficialista Prensa Latina sobre el anuncio de Fernandes no menciona si Cuba planea enviar nuevamente a sus galenos a Brasil.
A pocos días del triunfo de Lula en las urnas, el senador Humberto Costa, del equipo encargado de la transición gubernamental, anunció que el nuevo presidente retomaría el programa Más Médicos, pero con galenos nacionales y médicos cubanos que se establecieron en el país sudamericano.
La contratación de brigadas médicas cubanas destapó a nivel internacional un escándalo tras denuncias de trata de profesionales como mano de obra esclava. Según las denuncias, bajo la máscara del “humanismo internacionalista”, los médicos cubanos prestaban servicios en condiciones inhumanas y constantemente vigilados por miembros de la policía política de la isla, que viajaban incluidos en las delegaciones.
El “despojo salarial”, las amenazas, la restricción de movimientos, la incautación de sus documentos legales, como pasaporte, por ejemplo, fueron algunos de los elementos denunciados por relatoras de Derechos Humanos ante la ONU, con declaraciones realizadas por galenos que lograban desertar de dichas brigadas. Los médicos dijeron que sus familiares permanecían en Cuba en calidad de rehenes.
El escándalo por la contratación de "mano de obra esclava" alcanzó a la Organización Paramericana de la Salud (OPS), intermediaria en las contrataciones del personal médico y que fuera denunciada por varios de los médicos cubanos que lograron escapar.
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