La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su Informe Anual 2019 critica las violaciones, graves y sistemáticas de los derechos humanos en Cuba y pide el fin del embargo.
En el país no existen los elementos fundamentales e instituciones inherentes a una democracia representativa, no hay independencia judicial, existen limitaciones a la separación de poderes y se registran constantes restricciones al ejercicio de los derechos políticos y a la libertad de expresión, además de violaciones graves, masivas y sistemáticas a derechos enunciados en la Declaración Americana sobre Derechos y Deberes del Hombre.
La CIDH mostró "preocupación por las graves afectaciones a los derechos políticos al sufragio y a la participación en el gobierno, a la libertad de opinión, expresión y difusión, al derecho de residencia y tránsito y a la protección contra la detención arbitraria".
Además denuncia que los defensores de derechos humanos en Cuba son víctimas de constantes restricciones de viajes, detenciones arbitrarias de corta duración, procesos de criminalización y persecución judicial.
Los activistas pro derechos humanos en la isla son acusados a menudo de delitos como desacato, peligrosidad y peligrosidad social pre delictiva, impago de multas, desorden público y resistencia o rebelión, con el fin de desincentivar la labor defensa y promoción de los derechos humanos.
"Las acciones para restringir los derechos de los activistas políticos, se extenderían a sus familiares, incluidos niños y niñas", afirma el reporte.
Sobre el controversial tema del embargo económico impuesto por Washington a la isla, del cual opositores y activistas de la sociedad civil tienen posturas divididas, la CIDH asegura que "reitera la importancia de poner fin al bloqueo económico de Estados Unidos sobre Cuba para garantizar derechos humanos que se ven afectados como consecuencia del mismo".
Por otra parte, el informe remarca que persisten restricciones para que todos los cubanos puedan acceder a cargos de representatividad política: "La supremacía del Partido Comunista que nuevamente es identificado en la Constitución como un partido único, constituiría una restricción a la participación de las personas con convicción política diferente para participar en los asuntos públicos y cargos representativos. Además, autoridades como la Asamblea Nacional del Poder Popular siguen reuniendo amplias facultades para la toma de decisiones públicas que desdibujan los elementos característicos de un sistema de separación de poderes".
La CIDH tampoco observa un cambio de condiciones que brinden garantías para la independencia judicial.
"La nueva Constitución incluyó en su texto las garantías de habeas corpus, presunción de inocencia y el derecho de acceso a la justicia. Sobre estos dos últimos, la CIDH había llamado la atención de que estuvieran en el texto constitucional, por lo que saluda su inclusión, sin embargo, hace un llamado para que la legislación disponga las condiciones para el efectivo funcionamiento del habeas corpus como mecanismo protector del derecho a la libertad personal. Los testimonios recabados fueron enfáticos en señalar que a pesar de su constitucionalización, dicha garantía no es efectiva. La Comisión expresa su preocupación por el alto número de testimonios e información pública que denuncia detenciones arbitrarias contra activistas y opositores como una práctica en la isla".
La Comisión manifestó su preocupación por los testimonios que denunciaron la imparcialidad en la administración de justicia, en especial en casos de activistas y opositores.
En el capítulo sobre libertad de expresión, la CIDH y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión destacan que Cuba sigue siendo el único país del Hemisferio en el cual no existe ningún tipo de garantías para el ejercicio del derecho a la libertad de expresión. Permanece un modelo de monopolio estatal sobre los medios de comunicación y se mantiene la prohibición de fundar medios privados, todo lo cual es incompatible con los estándares internacionales sobre libertad de expresión.
El informe hable da la persecución selectiva y deliberada en contra de medios y periodistas independientes que por periodos incluso se recrudece.
En materia de Internet, se observa que las disposiciones legales serían sumamente restrictivas y ambiguas, y habría una limitada conectividad de la población cubana. Además, el bloqueo y censura de medios críticos, impiden seriamente el ejercicio de los derechos a la libertad de expresión, privacidad e intimidad en la red. En general, en materia de libertad de expresión, se observa una grave discriminación por motivos políticos en el ejercicio de los derechos humanos a todo aquel que piense o quiera expresarse distinto al régimen socialista.