El cirujano habanero Eduardo Herrera renunció el lunes a su puesto en el hospital Calixto García agotado por las lamentables condiciones de trabajo, el bajo salario y la prohibición de salida del país para expertos como él.
“Las dificultades que paso como profesional prácticamente no me motivan a trabajar en este sistema, y lo otro es las condiciones de vida que llevamos nosotros los cubanos en general, pero en especial, los médicos”, explica el doctor a Martí Noticias en entrevista telefónica.
Herrera había demandado en marzo pasado al Ministerio de Salud Pública (MINSAP) por impedirle la salida del país cuando estaba a punto de abordar el avión con destino a la República Checa para asistir a un foro internacional de Derechos Humanos al que le habían invitado.
El cirujano fue detenido por los agentes de Emigración en el Aeropuerto Internacional José Martí hasta que el avión partió sin él, con la justificación de que su nombre no estaba en el listado de médicos con permiso de salida.
"Incluso teniendo vacaciones hay que pedir ese permiso obligatoriamente, algo que es discriminatorio, porque ningún otro ciudadano, a no ser los médicos especialistas, tenemos que tener ese documento para que nos permitan viajar", dijo Herrera en aquella ocasión.
Ahora, 7 meses después de ese incidente, Herrera planea darle un nuevo rumbo a su vida, como tantos otros cientos de médicos cubanos, inconformes con el sistema de salud cubano.
“¿Ahora mismo cómo tengo pensado ganarme la vida? Si me lo permiten tendré que unirme a ese grupo de cuentapropistas”, dijo el médico, con 20 años de experiencia profesional, la mitad de ellos como especialista.
Un médico cubano gana menos de 3 dólares al día.
“Los médicos prácticamente estamos tratados aquí como si fuéramos esclavos calificados. Un médico aquí en Cuba, sobretodo nosotros que tenemos alguna especialidad, tenemos que tener un permiso que en caso de salir de vacaciones nos impide tener unas vacaciones fuera del país,” argumenta.
En diciembre de 2015, el Gobierno cubano dio marcha atrás a la medida que permitió a sus médicos viajar libremente al extranjero. La medida, que entró en vigor el 7 de diciembre, constituyó la primera limitación impuesta a los viajes al extranjero desde que La Habana aprobó la nueva reforma migratoria en 2013.
En enero se supo del caso del médico cienfueguero Rosendo López González, especialista de primer grado en Anestesiología y Reanimación, Medicina General Integral y profesor universitario, quien escribió una carta al Comité Central del Partido Comunista criticando las restricciones de viaje a los médicos cubanos.
Como respuesta, no sólo fue citado al Ministerio del Interior para indagar sobre sus motivos al escribir esa carta, sino que luego se publicaron numerosos trabajos periodísticos en los medios, en defensa de la medida.
Por razones como las esgrimidas por Herrera, los médicos cubanos a menudo abandonan las misiones de salud en países como Venezuela o Brasil, con la esperanza de acogerse al programa estadounidense de parole para médicos cubanos.
En mayo de este año, unos 200 esperaban en Colombia por una respuesta a su solicitud. Debido a la demora en las respuestas y numerosas denegaciones, varios decidieron seguir camino por Centroamérica, expuestos a traficantes de personas y los peligros de la selva.