El rapero contestatario Denis Solís, cuyo encarcelamiento avivó aún más la lucha del Movimiento San Isidro (MSI) y el posterior surgimiento del colectivo de artistas conocido como 27N, está a punto de salir de prisión.
La detención arbitraria de Solís el año pasado desató una campaña de protestas y una huelga de hambre convocada por los miembros del MSI, que concluyó con el arresto de varios activistas, el 26 de noviembre, y una inédita protesta masiva de cientos de artistas e intelectuales cubanos frente al Ministerio de Cultura, el 27 de noviembre.
En los últimos días el Movimiento San Isidro ha iniciado una cuenta regresiva en espera de que el artista sea finalmente excarcelado.
"Denis Solís se encuentra en cuarentena porque supuestamente dos presos de su Compañía dieron positivo al Covid.
Recalcamos que, independientemente del resultado del pcr de Denis, él no debe permanecer ni un día más en la cárcel después de cumplida su condena y así lo exigiremos. Si da positivo, Denis debe ser trasladado a un hospital y si da negativo, a un centro de aislamiento civil o a su casa hasta que terminen los quince días reglamentarios. Ni un día más para una persona que nunca debió estar presa y a la que, a pesar de ser primerizo y tener un delito menor, no se le rebajó ni un día de condena", alerta un comunicado del grupo fundado por Luis Manuel Otero Alcántara y otros artistas e intelectuales en 2018.
Solís fue arrestado el 9 de noviembre de 2020, luego de que transmitiera a través de Facebook una directa mientras expulsaba de su vivienda a un agente de policía que irrumpió en la misma sin portar autorización alguna.
El 11 de noviembre de 2020, el Tribunal Municipal de La Habana Vieja lo condenó a 8 meses de privación de libertad por el supuesto delito de "desacato"
Tras su detención, en tres días lo trasladaron a tres lugares diferentes, primero a la estación de Cuba y Chacón, de ahí al Vivac y después, a la prisión de Valle Grande.
Desde diciembre permanece encarcelado en el Combinado del Este, una prisión de máxima seguridad que acoge a reclusos condenados por delitos graves.