Más de dos centenares de exiliados cubanos protestaron este sábado en el downtown de Miami en contra del turismo de cruceros desde Estados Unidos a Cuba.
A la manifestación, que tuvo lugar en la entrada al bulevar que conduce al puerto de Miami, en las inmediaciones del centro comercial Bayside, se sumaron además estudiantes universitarios, exiliados nicaragüenses y venezolanos, así como ciudadanos estadounidenses, para apoyar la campaña No ayude a la represión, cuyo objetivo es denunciar que las ganancias que obtiene el castrismo de los cruceros sirven para mantener la esclavitud virtual, al decir del embajador Otto Reich, que padecen los cubanos y para financiar mecanismos dictatoriales.
Reich, diplomático estadounidense de origen cubano, asistió a la protesta y condenó que sus compatriotas sobreviven bajo un sistema totalitario, por lo que EEUU no debería permitir actividades que alimenten esta situación.
“Los cruceros llevan ya como tres años yendo a Cuba, aprovechándose del esclavismo virtual que existe en Cuba. Están obteniendo ganancias a base de una dictadura que dirige todos los instrumentos de esa nación. Es un estado totalitario y yo no creo que el gobierno norteamericano debería permitir que el contribuyente norteamericano ayude a que se mantenga en el poder una dictadura comunista a 90 millas de Estados Unidos”, dijo a Martí Noticias el embajador Reich.
“Aquí estamos en defensa del pueblo cubano. El dinero de los cruceros va directamente al aparato militar y se usa para la represión en Cuba, en Nicaragua, en Venezuela”, expresó el doctor Orlando Gutiérrez-Boronat, uno de los principales líderes de la Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC), coalición opositora que convocó el evento.
La opositora Silvia Iriondo, directora de la organización Mar por Cuba, explicó que esta actividad turística se convierte en un mecanismo de explotación del “obrero cubano, que trabaja en esos puertos a sueldos mínimos, mientras que los grupos militares de la dictadura se llevan prácticamente todas las ganancias por lo aranceles portuarios que pagan estos cruceros”.
“Esos muelles son propiedad privada robada a sus legítimos dueños. En cualquier otro puerto del Caribe, de América latina, la gente puede abrir negocios, puede atender directamente a los turistas. En Cuba no. En Cuba existe la mayor represión. Por eso ese dinero es inmoral”, sentenció Gutiérrez-Boronat, director del Directorio Democrático Cubano.
Según la agencia EFE, un estudio realizado a finales del pasado año prevé que las líneas de cruceros que viajan a Cuba, entre las que se encuentran Carnival, Royal Caribbean y Norwegian, percibirán más de “761 millones de dólares en ingresos brutos hasta el 2019 al transportar a más de 570.000 pasajeros en sus rutas con paradas en Cuba”.
El presidente de la agrupación de exiliados Presidio Político Histórico Cubano, José Luis Fernández, señaló que en la isla se “desconoce cómo la dictadura extramuros maneja la propaganda, cómo la censura férrea distorsiona las verdades. Verdades históricas que han enfrentado la dictadura castrista. Dictadura donde hay una familia o varias familias enriquecidas, con un estándar de vida opulento, a costa del pueblo cubano y de una filosofía fracasada que es el socialismo, el comunismo, y el castrismo, que es más bien una mafia familiar”.
“Los que van en estos cruceros no van a ayudar al pueblo cubano, no van a tenderle una mano, no van a reclamar su libertad ni sus derechos. Van a divertirse a costa de la miseria y a costa precisamente de todo eso que ese pueblo tiene que sufrir día a día”, advirtió Iriondo.
La activista precisó que quienes protestan para defender los derechos de los cubanos y en contra de los cruceros como fuente de enriquecimiento del aparato represivo, mantienen una “posición moralmente correcta”, que es “la verdad sobre Cuba”, pues los “fondos que devenga el régimen castrista son utilizados para explotar al obrero cubano y para incrementar la represión contra todos aquellos que cívicamente demandan las libertades y los derechos, que afortunadamente nosotros disfrutamos en un país libre, pero ellos después de casi 60 años todavía no lo disfrutan”, apuntó.
La Asamblea de la Resistencia Cubana está utilizando dos consignas fundamentales para acompañar su campaña No ayudes a la represión: "Fin a la ganancia sin conciencia" y "Vergüenza contra dinero", este último fue un lema empleado por Eduardo Chibás para el Partido Ortodoxo, o Partido del Pueblo Cubano, que fundara en 1947.
La ARC ha colocado, en varios puntos de Miami, vallas con mensajes denunciando a dónde va y para qué se emplea el dinero de los cruceros a Cuba. También este sábado un automóvil recorrió durante varias horas el downtown de la ciudad mostrando, a través de proyecciones digitales, imágenes e información de la campaña No ayudes a la represión.
“Continuaremos desarrollando actividades similares, vamos a seguir con nuestras campañas, para mostrarle a las personas, a las que conozcan o no la verdadera realidad de Cuba, por qué es importante protestar y denunciar las mentiras, la represión y lo que necesita nuestra patria para salir adelante, que es la libertad”, concluyó Gutiérrez-Boronat.