La revista católica cubana Espacio Laical, que edita el Centro Cultural Padre Félix Varela, de la Arquidiócesis de La Habana, publicó este lunes dos trabajos dedicados al rol de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en el futuro de Cuba.
Los artículos están firmados por Roberto Veiga, editor de la publicación y Lenier González, coeditor de la misma. El director de Espacio Laical es el Pbro. Yosvany Carvajal Sureda; Rector del Centro Cultural Padre Félix Varela. En mayo del pasado año la revista dejó de ser el órgano laical de la Arquidiócesis de La Habana para pasar al Centro Padre Félix Varela.
En ambos trabajos que publica la revista, se afirma que la entidad castrense cubana será esencial en una transformación política en la isla, debido a su implicación con la vida nacional, pues la consideran un "gran conglomerado militar-económico- político" y "la institución más fuerte, cohesionada y profesional del actual sistema".
Según el primer trabajo de González, "si una entidad tiene en sus manos la posibilidad de influir en los derroteros futuros de la nación será este cuerpo bien organizado". Y afirma que dentro de 200 años, esa institución, junto a la Iglesia Católica, estarán presentes en la sociedad cubana.
El esbozo histórico lo trazan desde la "milimétrica organización" del II Frente Oriental "Frank País", dirigido por Raúl Castro, y su aplicación en el nacimiento de las FAR. Recuerdan las aventuras africanas y de ellas derivan que la entidad militar cubana es "una organización cohesionada, organizada, y con capacidad militar demostrada".
El "inmenso aparato económico" desarrollado por las FAR en los últimos 20 años, afirma el artículo de Lenier Gonzalez, le ha brindado a los militares un "poderoso sistema empresarial", que llevó al mismo tiempo a la creación "de una clase empresarial emanada de la propia institución".
Según el autor, los comisarios cubanos, encargados de la labor política, a través de la Dirección Política de las FAR han pasado del marxismo-leninismo a "un nacionalismo pragmático" y destacan que Cuba "está abocada al desmantelamiento radical del modelo de socialismo de Estado que lo rige".
Presentan un inventario de los militares que forman el Consejo de Ministros y detallan que "casi todos vinculados estrechamente a Raúl Castro mientras fue ministro" en el MINFAR. Los "cuadros, provenientes de las estructuras de mando y del aparato económico de las FAR" se encargaron de poner a un lado a los "jóvenes asociados al ex presidente Fidel Castro y a la llamada Batallas de Ideas". Y considera el autor que esa purga de Raúl Castro, desde que tomó el mando en el verano del 2006 es la "más drástica operada durante la Revolución, marcará, sin dudas, el futuro de la nación".
Asevera González que el poder político pasa por las manos de los militares, y recuerda que de los 15 los elegidos al Buró Político en el VI Congreso del PCC, 10 fueron militares. En el recuento de estos detallan los nexos de cada uno con Raúl Castro y sus cualidades, incluida "la organización, casi de relojería suiza, que supo imprimirle al Ejército Oriental" Ramón Espinosa, hoy día viceministro de las FAR y casi por dos décadas jefe de esa agrupación militar.
Afirma que "las Fuerzas Armadas tienen ante sí la responsabilidad histórica de servir de garantes, en el siglo XXI, de la seguridad nacional y de los intereses de la nación cubana".
En relación al partido comunista de Cuba (PCC), asegura el autor que está "en una profunda crisis estructural, producto de la ruptura evidente entre su petrificada identidad marxista-leninista (adosada mecánicamente a toda la sociedad y el Estado) y las identidades políticas y sociales plurales en la sociedad civil cubana". Y ve como mayor reto para Castro la creación de un sistema bipartidista con la oposición y el PCC y el país aproximado a pactos sociales necesario. Y en esa tarea de salvación nacional afirma que "las Fuerzas Armadas, como la Iglesia Católica, tienen la responsabilidad patriótica y moral develar y facilitar el mejor de los futuros posibles para Cuba".
El segundo artículo, firmando por Roberto Veiga, editor de la revista Espacio Laical, afirma que "al Ejército le corresponderá nuevamente desempeñar un rol importante, sino decisivo" pues "las FAR constituyen la institución más fuerte, cohesionada y profesional del actual sistema, no está directamente comprometida con vejación es, goza del respeto de muchos ciudadanos, es nacionalista y se siente según tengo entendido muy comprometida con el desarrollo armónico de la nación".
Recuerda que ello no implica que sustituya las FAR a la sociedad civil, pero si debe asegurar "la estabilidad de los cimientos" por lo que les hace un llamado a los militares pues "no es posible aportar a la estabilidad y al desarrollo de la nación de espaldas a su pluralidad, a sus nuevos anhelos, al país que la generalidad ansía construir".
Las FAR "no está directamente comprometida con vejaciones, goza del respeto de muchos ciudadanos, es nacionalista y se siente -según tengo entendido- muy comprometida con el desarrollo armónico de la nación", afirmó Roberto Veiga.
Es imposible desconocer este rol, y eso "solamente debilitaría la armonía de cualquier proceso gradual y efectivo de ajuste nacional"; por lo que pide "ayudar a las FAR para que utilice todo su poder en función de cumplir esta nueva encomienda de la patria".
Los artículos están firmados por Roberto Veiga, editor de la publicación y Lenier González, coeditor de la misma. El director de Espacio Laical es el Pbro. Yosvany Carvajal Sureda; Rector del Centro Cultural Padre Félix Varela. En mayo del pasado año la revista dejó de ser el órgano laical de la Arquidiócesis de La Habana para pasar al Centro Padre Félix Varela.
En ambos trabajos que publica la revista, se afirma que la entidad castrense cubana será esencial en una transformación política en la isla, debido a su implicación con la vida nacional, pues la consideran un "gran conglomerado militar-económico- político" y "la institución más fuerte, cohesionada y profesional del actual sistema".
Según el primer trabajo de González, "si una entidad tiene en sus manos la posibilidad de influir en los derroteros futuros de la nación será este cuerpo bien organizado". Y afirma que dentro de 200 años, esa institución, junto a la Iglesia Católica, estarán presentes en la sociedad cubana.
El esbozo histórico lo trazan desde la "milimétrica organización" del II Frente Oriental "Frank País", dirigido por Raúl Castro, y su aplicación en el nacimiento de las FAR. Recuerdan las aventuras africanas y de ellas derivan que la entidad militar cubana es "una organización cohesionada, organizada, y con capacidad militar demostrada".
El "inmenso aparato económico" desarrollado por las FAR en los últimos 20 años, afirma el artículo de Lenier Gonzalez, le ha brindado a los militares un "poderoso sistema empresarial", que llevó al mismo tiempo a la creación "de una clase empresarial emanada de la propia institución".
Según el autor, los comisarios cubanos, encargados de la labor política, a través de la Dirección Política de las FAR han pasado del marxismo-leninismo a "un nacionalismo pragmático" y destacan que Cuba "está abocada al desmantelamiento radical del modelo de socialismo de Estado que lo rige".
Presentan un inventario de los militares que forman el Consejo de Ministros y detallan que "casi todos vinculados estrechamente a Raúl Castro mientras fue ministro" en el MINFAR. Los "cuadros, provenientes de las estructuras de mando y del aparato económico de las FAR" se encargaron de poner a un lado a los "jóvenes asociados al ex presidente Fidel Castro y a la llamada Batallas de Ideas". Y considera el autor que esa purga de Raúl Castro, desde que tomó el mando en el verano del 2006 es la "más drástica operada durante la Revolución, marcará, sin dudas, el futuro de la nación".
Asevera González que el poder político pasa por las manos de los militares, y recuerda que de los 15 los elegidos al Buró Político en el VI Congreso del PCC, 10 fueron militares. En el recuento de estos detallan los nexos de cada uno con Raúl Castro y sus cualidades, incluida "la organización, casi de relojería suiza, que supo imprimirle al Ejército Oriental" Ramón Espinosa, hoy día viceministro de las FAR y casi por dos décadas jefe de esa agrupación militar.
Afirma que "las Fuerzas Armadas tienen ante sí la responsabilidad histórica de servir de garantes, en el siglo XXI, de la seguridad nacional y de los intereses de la nación cubana".
En relación al partido comunista de Cuba (PCC), asegura el autor que está "en una profunda crisis estructural, producto de la ruptura evidente entre su petrificada identidad marxista-leninista (adosada mecánicamente a toda la sociedad y el Estado) y las identidades políticas y sociales plurales en la sociedad civil cubana". Y ve como mayor reto para Castro la creación de un sistema bipartidista con la oposición y el PCC y el país aproximado a pactos sociales necesario. Y en esa tarea de salvación nacional afirma que "las Fuerzas Armadas, como la Iglesia Católica, tienen la responsabilidad patriótica y moral develar y facilitar el mejor de los futuros posibles para Cuba".
El segundo artículo, firmando por Roberto Veiga, editor de la revista Espacio Laical, afirma que "al Ejército le corresponderá nuevamente desempeñar un rol importante, sino decisivo" pues "las FAR constituyen la institución más fuerte, cohesionada y profesional del actual sistema, no está directamente comprometida con vejación es, goza del respeto de muchos ciudadanos, es nacionalista y se siente según tengo entendido muy comprometida con el desarrollo armónico de la nación".
Recuerda que ello no implica que sustituya las FAR a la sociedad civil, pero si debe asegurar "la estabilidad de los cimientos" por lo que les hace un llamado a los militares pues "no es posible aportar a la estabilidad y al desarrollo de la nación de espaldas a su pluralidad, a sus nuevos anhelos, al país que la generalidad ansía construir".
Las FAR "no está directamente comprometida con vejaciones, goza del respeto de muchos ciudadanos, es nacionalista y se siente -según tengo entendido- muy comprometida con el desarrollo armónico de la nación", afirmó Roberto Veiga.
Es imposible desconocer este rol, y eso "solamente debilitaría la armonía de cualquier proceso gradual y efectivo de ajuste nacional"; por lo que pide "ayudar a las FAR para que utilice todo su poder en función de cumplir esta nueva encomienda de la patria".