Los nuevos modelos de recetas médicas que circulan en Cuba desde febrero buscan frenar el mercado negro y a la vez "justificar" la escasez de medicamentos que afectan en la isla por igual a pacientes de alergias que de cáncer, dijeron cubanos consultados por Martí Noticias.
Desde el 1 de febrero, -y por primera vez, las nuevas recetas incluyen un cuño institucional exclusivo de estos documentos, ubicado en la parte superior derecha.
Los cuños en cuestión tienen cuatro diseños: triangular para instituciones nacionales, circular en el caso de los hospitales, rectangular para policlínicos y en forma de polígono para otros centros de salud.
Ahora tienen también casillas para especificar el nombre del medicamento y el número de identificación del paciente, junto a la ya requerida dirección particular si la medicina recetada tiene efectos similares a las drogas.
En La Habana especifican además el nombre de la provincia en la parte inferior del documento, junto a un tomo y un folio, para evitar la circulación de recetas fuera del lugar de emisión.
"Esto es para justificar la ausencia de medicamentos que tiene el cubano (...) Las fábricas están cerradas, todo está cerrado, no hay un jarabe de Aloe, no hay una tintura de Yodo, no hay nada", dijo María López.
"(Faltan) los medicamentos para un canceroso como mi padre, que tiene 18 operaciones de cáncer, qué me van a hablar a mí", enfatizó.
Controlar el descontrol
El desabastecimiento de medicamentos se agudizó en Cuba en parte por la falta de liquidez para adquirir materias primas en el extranjero.
Lo que no se detuvo fue el mercado negro, según reconocen las propias autoridades.
Medicamentos de alta demanda como analgésicos y antipiréticos son revendidos en la calles. Otros más sofisticados como los hemoderivados y los biotecnológicos son vendidos ilegalmente a extranjeros.
El doctor Roberto Serrano puso en dudas el nuevo mecanismo de control.
"Son medidas que el Estado toma porque no le queda otra para tratar de parar el descontrol, pero el descontrol no lo va a parar de ninguna manera porque la gente va a seguir", dijo.
La preocupación por la escasez, -dijo Serrano-, está en la base del problema.
"La gente sabe que se van a acabar los medicamentos (...) Cuando ha habido medicamentos normal en las farmacias, pues jamás nadie había tomado esto como un negocio", expresó.
(Escrito a partir de reporte de Amado Gil)