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Cuentapropismo, de lo posible a lo real


Dos mujeres son atendidas en una cafetería de un trabajador "cuentapropista". EFE/STR
Dos mujeres son atendidas en una cafetería de un trabajador "cuentapropista". EFE/STR

A pesar del incremento numérico de los cuentapropistas, estos resultan afectados por los altos impuestos y la imposibilidad de obtener materia prima

Los cubanos buscan salir de la crisis económica que afecta a la isla involucrándose en el cuentapropismo, pero Karina Gálvez Chin, profesora pinareña de Finanzas, considera que “las condiciones reales para trabajar por cuenta propia no existen en Cuba”.

El diario Granma plantea que el cuentapropismo experimenta “un incremento vertiginoso”, ascendiendo a 378 mil personas a inicios del pasado mes, pero Gálvez, quien trabaja en la Escuela de Economía de Pinar del Río, dijo a martinoticias.com que “una cosa es la posibilidad legal, que sí, por ley se puede”, pero otra es la realidad.

“Toda la ley del trabajo por cuenta propia está hecha sabiendo que las personas no pueden pagar todos los impuestos, que no pueden tener todo tal y como dice la ley, porque económicamente es imposible comprar los productos en las tiendas por divisas y después tener que venderlos con moneda nacional en un lugar como Pinar del Río, donde hay poco turismo”, manifestó Gálvez.

La economista dijo que entre los trabajos que más progresan están “los negocios de comida: restaurantes, paladares y cafeterías”, porque son productos que la gente consume todos los días. Mencionó que “también hay un poquito de auge con los negocios que se dedican a vender ropa”, procedente de países latinoamericanos, sobre todo de Ecuador.

Gálvez indicó que casi todas las guaraperas han fracasado en Pinar del Río. “Las guaraperas cerraron casi todas, porque el Estado puso unas restricciones para el traslado de la caña. O sea, que se podía tener guarapera, pero no se podía transportar caña”.

En cuanto al transporte, dijo que los camiones estatales tienen éxito, pero que los carros o máquinas particulares no, porque no tienen mercado. “Hay muy poco mercado para ese tipo de negocio”.

Gálvez señaló que los impuestos que cobra el Gobierno perjudican cualquier intento de los cuentapropistas de salir adelante, y los calificó de abusivos y de “atraco a mano armada”, porque el menor impuesto es del 25 por ciento sobre la ganancia, además del 10 por ciento de las ventas diarias, más la seguridad social.

La profesora cubana de Finanzas enfatizó que el asunto de “los impuestos es una de las cuestiones que más afecta al trabajo por cuenta propia hoy en día en la isla, al igual que la imposibilidad de obtener materia prima”.
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