Las muertes y desplazamientos aumentaban el lunes en Libia mientras fuerzas del este intentaban ingresar a Trípoli, ignorando los llamados a una tregua en la etapa más reciente del conflicto que sufre el país desde la caída en 2011 de Muammar Gaddafi.
Los enfrentamientos amenazan con afectar los suministros petroleros, desatar una migración a Europa y desbaratar los planes de Naciones Unidas para una elección que ponga fin a las rivalidades entre administraciones paralelas en el este y el oeste del país.
Las fuerzas del este del Ejército Nacional Libio (LNA), comandadas por Khalifa Haftar, exgeneral del ejército de Gaddafi, dijeron que 19 de sus soldados murieron en los últimos días cuando se acercaron a Trípoli, donde está basado el gobierno reconocido internacionalmente.
Un portavoz del Ministerio de Salud, con sede en Trípoli, indicó el lunes que en los combates en el sur de la capital murieron al menos 25 personas entre combatientes y civiles, con cerca de 80 heridos. La ONU dijo que 2.800 personas fueron desplazadas por los combates y que otras pudieron huir.
"Naciones Unidas sigue pidiendo una tregua humanitaria temporal para permitir la prestación de servicios de emergencia y el paso voluntario de civiles, incluidos los heridos, desde las zonas de conflicto", declaró la agencia en un comunicado.
El LNA de Haftar, que respalda a la administración oriental en Bengasi, tomó el sur de Libia, rico en petróleo, a principios de este año antes de avanzar rápidamente por regiones mayormente desérticas hacia la capital costera. Pero tomar Trípoli es un desafío mucho mayor para la LNA.
El gobierno del primer ministro Fayez al-Serraj, de 59 años, busca bloquear el LNA con la ayuda de grupos armados aliados que llegaron a Trípoli desde el cercano puerto de Misrata. Un corresponsal de Reuters en el centro de la ciudad podía escuchar disparos en la distancia hacia el sur.
Serraj, que proviene de una familia de empresarios adinerados, ha administrado Trípoli desde 2016 como parte de un acuerdo negociado por la ONU boicoteado por Haftar. Su gobierno ha reportado 11 muertes en los últimos días, sin decir de qué lado.
El enviado de la ONU, Ghassan Salame, se reunió con Serraj en su oficina en Trípoli el lunes para discutir "esta coyuntura crítica y difícil", dijo la misión de Libia del organismo mundial.
La violencia ha puesto en peligro un plan de la ONU para una conferencia del 14 al 16 de abril que organice las elecciones y acabe con la anarquía que prevaleció desde el derrocamiento de Gaddafi respaldado por Occidente hace ocho años.
"EE.UU. está profundamente preocupado por combates cerca de Trípoli. Hemos dejado claro que nos oponemos a ofensiva militar de las fuerzas de Khalifa Haftar. Seguimos presionando a líderes libios, junto con nuestros socios internacionales, a que regresen a negociaciones políticas", publicó el Departamento de Estado en español.
Estados Unidos ha decidido retirar "temporalmente" a parte de sus tropas desplegadas en Libia debido al "aumento de disturbios" en el país del norte de África, informó este domingo el mando de las Fuerzas Armadas en África (AfriCom) en un comunicado.
Sin dar cifras de los soldados replegados, ni su destino, la nota añade que el retiro temporal es también en respuesta a las "condiciones de seguridad
sobre el terreno".
El Africom aseguró que "mantiene su compromiso" de alcanzar una Libia "segura y estable" y apuntó que seguirá "realizando una planificación militar prudente" mientras evalúa la situación.
[Con información de Reuters y EFE]