La empresa Volkswagen debería informar a los accionistas en su junta general anual del 29 de mayo “cómo la compañía planea eliminar el trabajo forzoso” de la minoría uigur en China, señalaron Human Rights Watch (HRW) y el Centro Europeo para los Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR).
Desde 2017, el gobierno chino “ha perpetrado crímenes de lesa humanidad en la región noroccidental de Xinjiang y ha sometido a uigures y otras comunidades túrquicas a trabajos forzados dentro y fuera de la región”, precisó HRW.
El aluminio y otros materiales clave utilizados en la fabricación de automóviles son producidos en Xinjiang “por empresas vinculadas a programas gubernamentales de trabajo forzoso”, indicó la ONG.
"La estrategia de Volkswagen 'En China, para China' no debería significar complicidad en el trabajo forzoso", dijo Jim Wormington, investigador sénior y defensor de la responsabilidad corporativa de HRW. "Los accionistas deben pedir a Volkswagen que se asegure de que aplicará medidas sólidas para abordar el trabajo forzoso uigur en sus cadenas de suministro".
Volkswagen, que fabrica automóviles en China a través de empresas mixtas, “no está investigando adecuadamente los posibles vínculos entre sus cadenas de suministro en China y el trabajo forzoso”. En 2023, “la compañía encargó una auditoría profundamente defectuosa en una planta en Xinjiang operada por una subsidiaria de la empresa conjunta de Volkswagen con SAIC, un fabricante de automóviles estatal chino. La vigilancia y represión generalizadas del gobierno chino en Xinjiang significa que las auditorías no pueden verificar de manera creíble si las instalaciones en la región están libres de trabajo forzoso”, advirtió HRW.
Volkswagen vende uno de cada tres de sus autos en China. El director ejecutivo de Volkswagen, Oliver Blume, describió el 24 de abril a China como el "segundo mercado local" de la compañía. Blume también anunció la estrategia actualizada de la compañía "In China, for China", que incluye asociaciones ampliadas con fabricantes de automóviles chinos, costos de fabricación reducidos y ambiciosos objetivos de ventas.
Volkswagen dijo en diciembre de 2023 que una auditoría supervisada por Markus Löning, excomisionado de derechos humanos de Alemania, no encontró "indicios" de trabajo forzoso en la planta de la empresa conjunta de Xinjiang, que se utiliza para probar automóviles ensamblados en otros lugares de China. Löning admitió, sin embargo, que la base de la auditoría había sido una revisión de la documentación en lugar de entrevistas con los trabajadores, lo que dijo que podría ser "peligroso". También dijo que "incluso si ellos [los trabajadores] estuvieran al tanto de algo, no pueden decirlo en una entrevista", destacó Human Rights Watch.
Tras la publicación de la auditoría, el periódico alemán Handelsblatt alegó el 14 de febrero que un contratista de una filial de SAIC-Volkswagen en Xinjiang había utilizado mano de obra forzada uigur durante la construcción de una pista de pruebas en Xinjiang, que se completó en 2019. En respuesta, Volkswagen dijo que la auditoría de 2023 de la planta de Xinjiang no incluyó la pista de pruebas, pero que “hasta la fecha, no hemos tenido indicios de violaciones de derechos humanos en relación con el sitio de pruebas".
HRW reporta que Volkswagen también dijo en febrero que está "actualmente en conversaciones con la empresa conjunta no controlada SAIC-Volkswagen con respecto a la dirección futura de las actividades comerciales de las empresas conjuntas en la provincia de Xinjiang. Actualmente se están examinando intensamente varios escenarios".
“Los accionistas deberían preguntar a Volkswagen sobre el resultado de esas discusiones y presionar para que la compañía ponga fin a sus operaciones de empresa conjunta en Xinjiang”, declaró HRW.
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