El artista audiovisual Hamlet Lavastida está detenido bajo un proceso de investigación en el cuartel general de la policía política, conocido por Villa Marista.
La escritora Katherine Bisquet informó en Facebook que a través de una llamada telefónica, las autoridades comunicaron a la madre de Lavastida sobre la detención del artista. Posteriormente, Bisquet y otros artistas, como Tania Bruguera, fueron detenidos.
“Me parece que lo que han hecho con Hamlet es un acto de extorsión e intimidación no sólo con él, sino con las personas que estaban recluidas con él en el centro de aislamiento que, muy seguramente en su mayoría él no conocía. El hecho de que hayan esperado al día en que le debían dar el alta del centro de aislamiento prueba, que no solo están intentando violentar a Hamlet sino además, a las personas que estaban con él”, confirmó desde La Habana, su amigo cercano el también creador Julio Llópiz-Casal.
Lavastida regresó el 21 de junio a Cuba luego de una residencia artística en la galería Kunstlerhaus Bethanien de Berlín.
En la mañana del sábado, cuando fue dado de alta del aislamiento reglamentado por las medidas sanitarias del COVID-19 en uno de los centros habilitados en La Habana, un agente de la policía política lo arrestó.
La organización Human Rights Watch deploró su arresto y exigió al régimen su libertad. También criticó duramente al gobierno por aumentar la vigilancia a los artistas amigos del detenido, como ha ocurrido con Bisquet, Camila Lobón, Carolina Barrero y Tania Bruguera.
El jurista Eloy Viera Cañive calificó lo ocurrido de "perverso": Hamlet Lavastida está en Villa Marista después de haber regresado a Cuba. Este mensaje que envía el gobierno cubano es para todos: si estás fuera quédate fuera y si estás dentro quédate quieto. Esto es sencillamente perverso.
“Ahora mismo Hamlet va a ser sometido a un proceso, en primer lugar delirante, de acusaciones, de cuestiones que atentan, supuestamente, contra la Seguridad Nacional, contra la Seguridad del Estado. Lo más peligroso es que la Seguridad del Estado tiene el derecho de decidir, sin ninguna réplica de por medio, qué es un delito contra la Seguridad del Estado”, dijo Llópiz-Casal.
“Pueden fabricar cualquier cosa porque operan de una manera paralegal y cobarde que está por encima de la actividad de la policía, por encima de las leyes cubanas y con la posibilidad de ordenar directamente a cualquier instancia. Hamlet puede ser víctima de un delito que no cometió, pero que le fabricaron de manera casi hiperrealista”, agregó.
Desde diferentes medios como el video, los collages, los performances, intervenciones públicas e instalaciones, el artivista cubano, uno de los más relevantes de su generación, ha incursionado en la política cultural del país, el diseño y la esfera pública, desmitificando herramientas de la propaganda castrista. La exhibición de sus obras está prohibida en las instituciones culturales oficiales.
El vocero del régimen, Humberto López, mencionó a Lavastida en su emisión del 8 de febrero titulada: Cómo se financia la subversión en Cuba, donde acusó de “dañina” la idea del artista de marcar los billetes nacionales de alta denominación con imágenes alusivas al Movimiento San Isidro o al 27N, surgido tras la concentración de centenares de personas frente al Ministerio de Cultura el 27 de noviembre de 2020.
Decenas de artistas cubanos, tanto dentro como fuera de la Isla, han denunciado la detención de Lavastida en las redes sociales: Camila Lobón, Carlos Lechuga, Carlos Aníbal Alonso, Raychel Carrión, Reynier Leyva Novo, Coco Fusco, Carolina Barrero, Carlos Quintela y Lester Alvarez, entre otros.
Posteriormente, Bisquet filmó su intento de salir de su casa, y cómo un agente del régimen se lo impide y le dice que si quiere salir, se puede subir al auto de la policía. Aparentemente, por lo que refleja el video, Bisquet fue detenida en ese momento.