El lanzador cubanoamericano de los Marlins, José Fernández, dejó al morir una estela de éxitos en su breve pero consistente carrera en las Grandes Ligas estadounidenses.
A continuación, algunas de las entrevistas realizadas por Televisión Martí al joven de 24 años, que vivió para cumplir su sueño y el de sus fanáticos.
Fernández llegó a Estados Unidos en el 2008, después de varias salidas ilegales de Cuba y tras una dura travesía por mar en la que debió salvar la vida de su madre.
En abril del 2013, recibió elogios por su debut en los Marlins.
Los Marlins le tomaron en el draft de 2011, y Fernández debutó en Grandes Ligas dos años después.
El joven pelotero solía reunirse con los niños, y se detenía a atender a los que lo reconocían en sitios de la ciudad. También fue siempre accesible a la prensa, que siguió su carrera y ahora lamenta su muerte.
Tras recuperarse de una lesión que lo obligó a una cirugía Tommy John por presentar problemas en su brazo en el 2014, Fernández volvió a enfocarse en su trabajo con los Marlins.
"Me siento bien, me siento saludable y estoy trabajando bien fuerte para tener un buen año para el equipo y para la ciudad", dijo entonces.
"Vamos a salir a luchar en cada juego", prometió, y así lo cumplió.
En Julio del 2015, el lanzador cubano regresó a la rotación de los Marlins luego de casi 14 meses de ausencia.
El derecho obtuvo su primera victoria de la temporada en un partido donde bateó un jonrón. Al término de un juego, ofreció declaraciones a periodistas.
"Súper contento de estar saludable, estar allá afuera y darle a mi equipo una oportunidad de ganar un juego de pelota, que es lo más importante al final del día", dijo entonces.
Meses más tarde, Fernández estaría celebrando otro éxito de su cumplido sueño americano.
"Agradezco a este maravilloso país por darme la oportunidad de ir a la escuela aquí, y de aprender el idioma, y de lanzar en las Grandes Ligas", dijo Fernández cuando recibió la ciudadanía estadounidense, en abril del 2015.
Este año había obtenido su victoria número 19 en el Marlins Park.
Al terminar el juego dijo a Televisión Martí:
"Me siento saludable, gracias a Dios, y a seguir faja'o que es lo más importante".
Su destello brillará por siempre en la memoria de quienes le conocieron.