Hoy se cumplen cuatro años de otra muerte "en extrañas circunstancias", algo que va siendo común en la Cuba que arrastra 56 años de un régimen cerrado a cal y canto.
Juan Wilfredo Soto García (JWSG), opositor al régimen castrista, murió un 8 de mayo de 2011 en el Hospital Arnaldo Milián Castro, en la ciudad de Santa Clara. Soto García, también apodado "El estudiante", había tenido un altercado con la policía el día 5, tres días antes de su trágica muerte.
"Pastor, pastor, esta gente me han matado" fueron las palabras de Soto al pastor bautista Mario Félix Lleonart Barroso, la persona que ha tocado todas las puertas posibles para lograr que se haga una investigación del caso.
Lleonart dijo en el programa Contacto Cuba de Radio Martí que Soto García le contó que le habían dado unos "tonfazos" (bastonazos) porque querían "que se callara la boca" en un intercambio de opiniones que había tenido en el parque Leoncio Vidal, de la capital de Villa Clara.
Soto García fue hospitalizado más tarde y una "Nota informativa del Gobierno Revolucionario", publicada en los periódicos oficiales Granma y Juventud Rebelde, indicó que:
"El 6 de mayo, dicho ciudadano ingresó en el citado hospital al presentar dolor abdominal intenso, provocado por una pancreatitis aguda. Posteriormente se diagnostica, además, una descompensación de otras enfermedades de base como la miocardiopatía dilatada, una hiperlipidemia (exceso de grasa en sangre), una diabetes y hepatitis crónica producto de hígado graso". La causa de la muerte fue diagnosticada como una 'pancreatitis aguda'.
El movimiento opositor en la isla se movilizó inmediatamente y las voces de protesta no se hicieron esperar, aunque el régimen arreció sus ataques intentando esclarecer las causas de la muerte ante la acusación popular de que fue una muerte producida por una golpiza a manos de la policía local.
El proceso
Lleonart Barroso publicó en esta semana un resumen de sus gestiones ante organismos legales, entre las que cita en su blog Cubano Confesante:
– La investigación imparcial solicitada a la Fiscalía General de la República no ha brindado ninguna conclusión.
– Ningún otro testigo, de la lista que entregué a la Fiscalía Provincial de Villa Clara, fue llamado a declarar, y según se me explicó allí recientemente cuando me dirigí a procurar información, el Fiscal Osmel Fleites Cárdenas, quien escuchó mi declaración, levantó acta, y me confirmó que existen suficientes elementos para abrir un proceso, «ya no tiene que ver con el asunto porque además la investigación pasó a manos de la Fiscalía Militar».
– Ha sido imposible acceder a la familia de Alexis Herrera Rodríguez, vecino entonces de Calle 5ta., entre 12 y 14, número 204, en el Reparto Camacho de Santa Clara, uno de los tres militares que participó en la golpiza mortal a Soto, manipulados con toda seguridad por oficiales de la Policía Política que varios testimonios ubican aquella fatal mañana de la golpiza en la misma área, y quien se suicidó con un disparo aquel domingo 8 de mayo de 2011, Día de las Madres en que sepultábamos a Soto, para sobrevivir apenas cinco días y ser finalmente sepultado con un operativo de vigilancia extrema el viernes 13 de mayo.
– A los otros dos policías que participaron en la golpiza, veinteañeros también como Alexis, un hombre y una mujer, también ha resultado imposible localizarlos aunque se rumora que ambos quedaron fuera del cuerpo militar, al menos visiblemente, y un probable internamiento de uno de ellos en un hospital psiquiátrico.
Lleonart Barros obtuvo un dato curioso, aparecido días después de la muerte de Soto García: En su hoja clínica fueron notificados varios padecimientos, pero no la "pancreatitis crónica", por lo que la insistencia de los opositores delataba que si había muerto por esta causa, fue debido a los golpes recibidos.
Cuatro años, el mismo panorama
En la mañana de este viernes en que se cumplen cuatro años de la muerte de aquel opositor, se celebra una audiencia en la sala penal de Santa Clara. El juicio se debe a que el 25 de noviembre de 2014 el ciudadano Alberto Botell Cárdenas entró a la casa de Guillermo Fariñas Hernández y apuñaló a los opositores María Arango Percival (34 años, Dama de Blanco), Isabel Fernández Llanez (42 años, Dama de Blanco), Miguel Fariñas Key (tío de Fariñas, 75 años), Jesús Arístides Hernández Pérez, y Frank Reyes López, que se encontraban en una reunión de trabajo del Frente Antitotalitario Unido (FANTU).
Alberto Botell Cárdenas es el principal acusado, por los daños propinados a las víctimas, y solo luego de la insistencia de varios disidentes en esa ciudad, que se plantaron frente a la principal unidad policial de Santa Clara para exigir que fuera detenido y llevado a los tribunales.
Por su parte, Fariñas Key comparece como acusado por el delito de "lesiones", ya que en el altercado supuestamente hirió a Botell con un lápiz.
El periodista independiente Guillermo del Sol fue contactado este viernes, y no pudo ofrecer más detalles, ya que la instalación que guarda el tribunal en Santa Clara permanecía rodeada completamente por efectivos policiales, que le impedían asisitir para reportar sobre la sesión judicial.