El número de cubanos que se lanzó al cruce de la selva del Darién se disparó en 2022, aun cuando el libre visado a Nicaragua ha aliviado el trasiego a través del peligroso tramo, utilizado desde 2013 por migrantes itinerantes que, desde Suramérica, llegan a Estados Unidos.
Según el Ministerio de Seguridad Pública de Panamá, 5.530 cubanos caminaron los poco más de 100 kilómetros entre el noreste de Colombia y el suroeste de Panamá, un tramo inhóspito conocido como el infierno verde de las Américas, por los peligros que entraña.
Este año, la cifra de cubanos casi quintuplicó la divulgada por la misma fuente en 2021, cuando 1.065 isleños se lanzaron a la conquista del tramo fronterizo.
Según cifras del gobierno de Panamá, por esa ruta cruzaron un total de 227.987 migrantes entre enero y noviembre de este año, un récord histórico, pues en 2021 cerca de 130.000 migrantes, la mayoría haitianos, atravesaron las empinadas laderas y los ríos crecidos, al tiempo que tuvieron que capear cocodrilos, serpientes, y fieras, así como a grupos criminales y asaltantes de camino que merodean la selva darienita.
Este año, los venezolanos encabezan la relación de nacionalidades que transitaron por el cruce selvático, con 148.953, seguidos por Ecuador (21.535), Haití (16.933), Cuba (5.530) y Colombia (4.876).
Las estadísticas incluyen a los que lograron el cruce, los que llegaron a Panamá y no a los que se tragó el Darién. No existen cifras oficiales de los fallecidos. Muchos quedan en el camino y sin identificar. Han sido las redes sociales las portadoras de testimonios desgarradores; de gente, no importa su nacionalidad, que cuenta en líneas sueltas lo que para ellos ha sido un desafío a la muerte.
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