Yaquelín Castillo García, una de las 64 mujeres que siguen encarceladas en Cuba por participar en las protestas del 11 y 12 de julio de 2021, padece de problemas de salud en la prisión sin recibir la atención que necesita.
A la presa política, de 51 años, recluida en la cárcel de Mujeres de Occidente del Guatao en La Habana, le aqueja un dolor de cabeza constante, desde hace más de 20 días y aún desconoce las causas de su dolencia.
El médico de la prisión le indicó varios análisis para determinar el origen de su padecimiento, pero las autoridades penitenciarias no han conducido a Castillo García al Hospital Clínico Quirúrgico Joaquín Albarrán, donde deben practicarle los estudios clínicos.
“Está enferma, tiene muy fuertes los dolores de cabeza y allí solo le dan un cuarto de amitriptilina que no se los alivia, se ha puesto muy flaca”, denunció su hermano Francisco Castillo a Radio Televisión Martí.
Castillo García fue condenada por el Tribunal Provincial de La Habana a 11 años de prisión por el delito de sedición, luego que saliera a las calles a pedir libertad en la barriada donde reside, La Güinera.
“Yaquelín tiene dos hijos, uno de 11 años y el otro con 19 que se encuentra preso también, aunque no por lo del 11J. Yo he tenido que asumir a los muchachos. Es una carga dura, pero se la debo a mi hermana”, apuntó Castillo.
El impacto sobre la familia de la prisión de una mujer es mayor que cuando un hombre pierde su libertad, según ha constatado una investigación del centro WOLA (Washington Office on Latin America).
La tesis concluye que, en el caso de las mujeres, es mucho más probable que sus hijos estén en la cárcel o vayan a vivir con otros familiares (a veces separando a los hermanos), “que sean institucionalizados o terminen sin hogar”.
“La casa se le está cayendo y viene todo el mundo a mirar, pero nadie hace nada. Yo estoy loco porque la liberen porque ella está presa injustamente debido a que aquí no se puede pensar diferente” [al discurso oficial], agregó el hermano de la prisionera política.
En septiembre de 2022, un grupo de organizaciones de defensa de los derechos de la mujer firmaron una carta pública en la que exigieron al Tribunal Supremo de Cuba la liberación inmediata, por razones humanitarias y de extrema vulnerabilidad, no solo de las presas políticas con problemas de salud, sino de todas las encarceladas por razones políticas. Hasta el momento no han obtenido respuesta.
Foro