La Justicia rusa condenó hoy a cadena perpetua a los asesinos de la periodista Anna Politkóvskaya, pero la familia y sus colegas de "Nóvaya Gazeta" se niegan a dar carpetazo al caso hasta que se encuentre al que ordenó su muerte. "Estaremos satisfechos con el fallo sólo cuando sean castigados todos los culpables y, en primer lugar, el que lo encargó (el asesinato)", dijo Anna Stavítskaya, abogada de la familia de la reportera rusa asesinada el 7 de octubre de 2006.
El chechén Rustám Majmúdov, autor material del crimen, y su tío, Lom-Alí Gaitukáev, quien habría organizado el asesinato, fueron hoy condenados a la máxima pena por el Tribunal Municipal de Moscú. Ambos fueron tachados por el juez como "extremadamente peligrosos para la sociedad" y tendrán que pasar el resto de sus días en una prisión de máxima seguridad.
El asesino esperó a la reportera en el portal de su casa y, tras recibir el soplo de sus hermanos, que se encargaron de seguir a la víctima, le disparó varias veces a bocajarro cuando ésta se dirigía al ascensor. Según el fallo, Gaitukáev reclutó meses antes a los miembros del grupo criminal y dirigió la operación por teléfono, mientras que de la coordinación se encargó el expolicía Serguéi Jadzhikurbánov, que pasará 20 años entre rejas.
Por su parte, los hermanos del asesino, Dzhabraíl e Ibraguim, fueron condenados a 14 y 12 años de prisión, respectivamente, como cómplices en el asesinato. El juez confirmó el secreto a voces de que Politkóvskaya, una de las periodistas más críticas con política del presidente ruso, Vladímir Putin, en el Cáucaso, fue tiroteada por su labor profesional.
El asesinato de Politkóvskaya, quien nació en Nueva York en 1958, fue perpetrado cuando la periodista preparaba un artículo sobre las torturas sistemáticas en Chechenia, que fue publicado por sus compañeros cinco días después de su muerte. La Fiscalía aseguró que "la decisión de los miembros del jurado y el fallo posterior son un gran logro de la judicatura rusa y del jurado".
No obstante, ni la familia, ni el periódico "Nóvaya Gazeta", para el que Politkóvskaya trabajó desde 1999 hasta su muerte, ni los activistas de derechos humanos quedaron satisfechos. "Sigue habiendo numerosas preguntas sobre quién lo encargó (el asesinato). Estamos dispuestos a colaborar, incluso con los condenados, para continuar la investigación", dijo Iliá Politkovski, hijo de la reportera, a la agencia Interfax.
El fallo reza que quien encargó el crimen, "estaba enfadado con las denuncias de los artículos de Politkóvskaya sobre violaciones de los derechos humanos, apropiación indebida de activos estatales y abuso de poder por parte de funcionarios públicos". Al respecto, el portavoz del Comité de Instrucción, Vladímir Markin, subrayó que "en estos momentos se toman todas las medidas posibles para establecer la identidad de la persona que encargó el asesinato", asunto que forma parte de otro expediente penal.
La familia de Politkóvskaya mantuvo desde el principio la postura de que no se podría dar carpetazo al caso hasta que se conociera la identidad de la persona que encargó el asesinato. En la misma línea, el periódico "Nóvaya Gazeta" asegura que "no se puede poner punto y final a la investigación". Por el momento, "no han aparecido los principales figurantes del
caso penal. Me refiero al que encargó (el asesinato), al
intermediario y a otros. Por eso, creo que la investigación debe
proseguir con el mismo tesón que hasta ahora", dijo Serguéi Sokolov,
subdirector del periódico.
La veterana activista rusa y soviética Liudmila Alexéyeva se
confesó "decepcionada" debido a que aún no se conozca la identidad
del que ordenó la muerte de la famosa periodista, aunque se mostró
convencida de que "la verdad siempre sale a la luz".
"Los ejecutores han sido condenados con severidad, pero ninguno
de ellos tenía motivos personales para cometer tal crimen. Alguien
les instigó, alguien les pagó, alguien plasmó su odio en un
asesinato. ¿Quién lo ordenó?", indicó.
En su opinión, "hasta que se responda a esa pregunta, el caso
debe seguir abierto".
"Nuestra profesión sigue siendo una de las más peligrosas e
indefensas ante la sociedad y el poder", comentó Vsévolod Bogdánov,
presidente de la Unión de Periodistas de Rusia.
La defensa tampoco se mostró satisfecha, insistió en la inocencia
de sus clientes, subrayó que los verdaderos culpables están en
libertad y adelantó que recurrirá el fallo ante el Tribunal de
Estrasburgo.
"A Polítkóvskaya no la mataron el 7 de octubre de 2006, sino hoy.
El Estado puede decir que el asesinato ha sido aclarado, pero no es
así. El crimen lo cometió otra gente y el que lo encargó aún no ha
sido citado", aseguró el abogado Saíd Artamirzáev.
El chechén Rustám Majmúdov, autor material del crimen, y su tío, Lom-Alí Gaitukáev, quien habría organizado el asesinato, fueron hoy condenados a la máxima pena por el Tribunal Municipal de Moscú. Ambos fueron tachados por el juez como "extremadamente peligrosos para la sociedad" y tendrán que pasar el resto de sus días en una prisión de máxima seguridad.
El asesino esperó a la reportera en el portal de su casa y, tras recibir el soplo de sus hermanos, que se encargaron de seguir a la víctima, le disparó varias veces a bocajarro cuando ésta se dirigía al ascensor. Según el fallo, Gaitukáev reclutó meses antes a los miembros del grupo criminal y dirigió la operación por teléfono, mientras que de la coordinación se encargó el expolicía Serguéi Jadzhikurbánov, que pasará 20 años entre rejas.
Por su parte, los hermanos del asesino, Dzhabraíl e Ibraguim, fueron condenados a 14 y 12 años de prisión, respectivamente, como cómplices en el asesinato. El juez confirmó el secreto a voces de que Politkóvskaya, una de las periodistas más críticas con política del presidente ruso, Vladímir Putin, en el Cáucaso, fue tiroteada por su labor profesional.
El asesinato de Politkóvskaya, quien nació en Nueva York en 1958, fue perpetrado cuando la periodista preparaba un artículo sobre las torturas sistemáticas en Chechenia, que fue publicado por sus compañeros cinco días después de su muerte. La Fiscalía aseguró que "la decisión de los miembros del jurado y el fallo posterior son un gran logro de la judicatura rusa y del jurado".
No obstante, ni la familia, ni el periódico "Nóvaya Gazeta", para el que Politkóvskaya trabajó desde 1999 hasta su muerte, ni los activistas de derechos humanos quedaron satisfechos. "Sigue habiendo numerosas preguntas sobre quién lo encargó (el asesinato). Estamos dispuestos a colaborar, incluso con los condenados, para continuar la investigación", dijo Iliá Politkovski, hijo de la reportera, a la agencia Interfax.
El fallo reza que quien encargó el crimen, "estaba enfadado con las denuncias de los artículos de Politkóvskaya sobre violaciones de los derechos humanos, apropiación indebida de activos estatales y abuso de poder por parte de funcionarios públicos". Al respecto, el portavoz del Comité de Instrucción, Vladímir Markin, subrayó que "en estos momentos se toman todas las medidas posibles para establecer la identidad de la persona que encargó el asesinato", asunto que forma parte de otro expediente penal.
La familia de Politkóvskaya mantuvo desde el principio la postura de que no se podría dar carpetazo al caso hasta que se conociera la identidad de la persona que encargó el asesinato. En la misma línea, el periódico "Nóvaya Gazeta" asegura que "no se puede poner punto y final a la investigación". Por el momento, "no han aparecido los principales figurantes del
caso penal. Me refiero al que encargó (el asesinato), al
intermediario y a otros. Por eso, creo que la investigación debe
proseguir con el mismo tesón que hasta ahora", dijo Serguéi Sokolov,
subdirector del periódico.
La veterana activista rusa y soviética Liudmila Alexéyeva se
confesó "decepcionada" debido a que aún no se conozca la identidad
del que ordenó la muerte de la famosa periodista, aunque se mostró
convencida de que "la verdad siempre sale a la luz".
"Los ejecutores han sido condenados con severidad, pero ninguno
de ellos tenía motivos personales para cometer tal crimen. Alguien
les instigó, alguien les pagó, alguien plasmó su odio en un
asesinato. ¿Quién lo ordenó?", indicó.
En su opinión, "hasta que se responda a esa pregunta, el caso
debe seguir abierto".
"Nuestra profesión sigue siendo una de las más peligrosas e
indefensas ante la sociedad y el poder", comentó Vsévolod Bogdánov,
presidente de la Unión de Periodistas de Rusia.
La defensa tampoco se mostró satisfecha, insistió en la inocencia
de sus clientes, subrayó que los verdaderos culpables están en
libertad y adelantó que recurrirá el fallo ante el Tribunal de
Estrasburgo.
"A Polítkóvskaya no la mataron el 7 de octubre de 2006, sino hoy.
El Estado puede decir que el asesinato ha sido aclarado, pero no es
así. El crimen lo cometió otra gente y el que lo encargó aún no ha
sido citado", aseguró el abogado Saíd Artamirzáev.