El padre Fernando Gálvez, sacerdote de la Arquidiócesis de Camagüey, dijo el lunes durante una visita a Estados Unidos que Cuba es “una tierra ahora mismo marcada por el dolor, porque cuando falta lo elemental, en ello va la libertad”.
Al ser preguntado por Radio Martí cómo define la situación actual en Cuba, respondió que es caótica, compleja, seria y dividida, donde se siembra la desilusión, el cansancio y la decepción. En ese contexto, pidió la ayuda de la Virgen de la Caridad del Cobre para marcar el camino a todos los cubanos.
Gálvez, de 33 años, uno de los sacerdotes católicos que en enero redactó y firmó la declaración “He visto la aflicción de mi pueblo”, reflejando la crisis política, económica y social que vive la isla, dijo que lo que sucede en Cuba es muy serio, y que el pueblo se merece un cambio, sin represión y con justicia.
Según el sacerdote, lo ocurrido el pasado 11 de julio fue algo espontáneo y significativo, en su mayoría impulsado por jóvenes que no desean escapar de la isla sino mejorarla por medio del cambio. "Se vio el deseo de un pueblo", comentó.
El padre Fernando Gálvez, párroco de la Iglesia Católica de San José de Lugareño, en Camagüey, visita Estados Unidos para celebrar sus cinco años de ordenación sacerdotal y reencontrarse con sus feligreses.
