No por recurrente deja de asombrar. Los opositores cubanos siguen sindo golpeados en las calles donde protestan, y en las unidades, a donde son conducidos bajo supuestamente bajo protección policial.
Ovidio Martín Castellanos, activista y miembro de la Junta de Coordinadores de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), describió a Martí Noticias la golpiza "propinada por la policía" en su última detención en Santiago de Cuba.
El jueves 20 de abril mientras daba fin a los preparativos para llevar a hijos y familiares de su organización opositora "a un recorrido por la playa" -en el marco de la semana de receso escolar- fue detenido por policías y agentes de la Seguridad del Estado.
La descripción de la violencia a que lo sometieron es similar a otras ocurridas con opositores al régimen cubano. Sucedió en la Unidad 1, del distrito Micro #9 en la mencionada ciudad oriental.
Luego de un intercambio de palabras, a modo de interrogatorio, un llamado ‘Capitán Eloy’, lo golpeó en el pasillo, según dijo a esta redacción.
“Cuando me da la trompada por la cara me dice que ya me había dicho que yo no podía salir a la calle, e inmediatamente empiezo a decir ¡Abajo las cenizas de Fidel!, ¡Abajo Raúl!, ¡Abajo el comunismo! ¡Abajo la dictadura! y ¡Vivan los derechos humanos!”, explicó Martín Castellanos.
A continuación –relató el disidente-, se puso las manos detrás y otros policías lo sujetaron para que fuera golpeado "mientras seguía gritando las mismas consignas de protesta".
“Empezó a correr la sangre del párpado derecho, me partió el ojo, empecé a sangrar mientras decía las consignas”, aseguró Martín, quien explicó que el uniformado solo detuvo su castigo cuando vio que él no se callaba.
La escena de horror ha sido descrita en ocasiones similares en que la Seguridad ha detenido a disidentes pacíficos.
Ya en los calabozos junto a delincuentes comunes, señaló Ovidio Martín que escribió con su sangre "las mismas consignas" que profería verbalmente y que fueron la causa de la violencia del militar señalado.
Entrada la madrugada los agentes de orden interior del recinto policial le pidieron que los acompañara para llevarlo al hospital, a lo que exigió que solo iba si luego le permitían quedarse con el certificado médico “o de lo contrario me manifestaba otra vez en el hospital”, lo que no permitieron.
Luego se presentó un oficial “con seudónimo, porque no dan su nombre”, a decir que él sabía “que yo me había caído en la celda” y por eso eran los golpes.
A las 48 horas de la detención lo pasaron a la Unidad de Instrucción Penal, contigua a la unidad policial en que se encontraba, en donde fue atendido en la enfermería. En la misma recibió “una atención médica” que le pareció inusual, porque de manera insistente le ofrecieron curarle las heridas.
Martín Castellanos fue liberado finalmente el domingo 23, sin cargos formales, pero le ocuparon lo que llevaba encima el día de la detención, entre otros, el dinero que le había enviado una sobrina que reside en Estados Unidos.
“Llevaba 145.00 CUC y ‘trescientos y pico de pesos en moneda nacional’ (SIC). Ayer un capitán de la policía política de (la unidad de) Operaciones ocupó la cartera", dijo.
Castellanos aseguró que aún con lo sucedido, persiste en su defensa de los derechos humanos.
“No hay nada ni nadie que nos detenga en la lucha de la noviolencia, pero sí con resistencia y desobediencia”, concluyó.
La UNPACU ha denunciado en los últimos meses, los allanamientos de viviendas de activistas en varias provincias del país y han elaborado una relación de presos por motivos políticos que sobrepasan el medio centenar, según ha dicho José Daniel Ferrer, su coordinador nacional.
Siga a Luis Felipe Rojas en @alambradas