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¿Validar o denunciar al régimen? Cámara de los Lores debate el futuro de las relaciones con La Habana


El debate en el Parlamento Británico el pasado 27 de marzo giró sobre el futuro de las relaciones con Cuba.
El debate en el Parlamento Británico el pasado 27 de marzo giró sobre el futuro de las relaciones con Cuba.

En una sesión parlamentaria celebrada esta semana se evidenció una clara división entre quienes priorizan el acercamiento diplomático y quienes insisten en confrontar al régimen cubano por sus violaciones sistemáticas de derechos humanos.

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El Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre el Reino Unido y Cuba, firmado por la anterior administración británica en noviembre de 2023, ha sido puesto en revisión esta semana por el Parlamento de esta nación.

A pesar de las diferencias de enfoque, la Cámara de los Lores ha dejado claro que la ratificación del acuerdo no será automática.

El protocolo del Reino Unido para las relaciones con La Habana será objeto de un escrutinio riguroso y de un debate político inevitable, en el que el dilema entre compromiso diplomático y la defensa de los derechos humanos volverá a estar en el centro.

En la sesión parlamentaria celebrada el jueves se evidenció una clara división entre quienes priorizan el acercamiento diplomático y quienes insisten en confrontar al régimen cubano por sus violaciones sistemáticas de derechos humanos.

El subsecretario parlamentario para Relaciones Exteriores, Ray Edward Harry Collins, Baron Collins de Highbury, confirmó que el acuerdo está siendo evaluado mediante un proceso intergubernamental, pero evitó fijar plazos para su posible ratificación.

El miembro del Partido Laborista (centro izquierda) explicó que el objetivo del Gobierno británico es promover el desarrollo político y económico en Cuba, así como garantizar el respeto a los derechos fundamentales.

Algunos lores, como el también laborista Anthony Woodley, Baron Woodley, abogaron por una implementación provisional del acuerdo como vía para aliviar la crisis económica que golpea a los cubanos. Sin embargo, evitaron mencionar las violaciones de derechos humanos cometidas por el régimen de La Habana, lo mismo que las sanciones internacionales que estas han provocado.

Otros, en cambio, fueron más directos, como David Patrick Paul Alton, Baron Alton de Liverpool, quien cuestionó al gobierno de Cuba sobre la persecución a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, recogida en el Artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

En su intervención mencionó el creciente número de encarcelamientos políticos y exigió una postura firme ante tales abusos.

Paul Yaw Boateng, Baron Boateng, desde una perspectiva personal, relató el testimonio de un taxista cubano que describió cómo es su vida bajo “un Gobierno espantoso”.

Alexander Charles Carlile, Baron Carlile de Berriew, citó varios informes recientes de Human Rights Watch que denuncian una represión sistemática de las libertades civiles y de prensa en la Isla.

Ante estos señalamientos, Collins aseguró que el Reino Unido mantiene una posición clara: exige la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos y continuará trabajando por avances concretos en materia de derechos humanos en Cuba.

Otros temas como el acceso a Internet salieron a la palestra en la voz de John Thomas Alderdice, Baron Alderdice.

Sobre esto Lord Collins recordó que se trata de un asunto que es parte del diálogo bilateral en curso.

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