Hoy vence el plazo de 48 horas que concedió el gobierno de Panamá para cerrar el caso de los migrantes cubanos que desde abril se encuentran en un campamento en Planes de Gualaca, provincia de Chiriquí.
De 131 antillanos que llegaron a la instalación en abril, sólo quedan 75, según la Pastoral Social Cáritas. Algunos habían manifestado que no desean acogerse al plan de retorno voluntario presentado por el gobierno: boleto de regreso a Cuba, $1, 650 dólares y una visa panameña de entradas múltiples.
“Tenemos los nombres de 8 cubanos que no quieren regresar y han pedido nuevamente nuestra intervención ante el gobierno del presidente Juan Carlos Varela”, dijo a primera hora del miércoles a Martí Noticias, el diácono Victor Berrío, director de Cáritas Panamá.
Horas después los ocho cubanos desistieron y aceptaron acogerse a plan del gobierno panameño.