La Oficina de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC) anunció la semana pasada la reducción de sus programas y servicios en Cuba, una noticia que afecta a un significativo número de cubanos pero ha tenido poca o ninguna divulgación en medios y voceros de la isla.
En un correo enviado a nuestra redacción el IRCC apunta que de momento el gobierno de Canadá "no tiene planes de restablecer estos servicios en La Habana".
Tan solo de pensar en la lluvia de reacciones de las autoridades cubanas cuando Estados Unidos tomó medidas similares, motivadas también por la preocupación por la seguridad de sus diplomáticos en Cuba, llama la atención el silencio de los funcionarios cubanos en el caso canadiense, que por estos días se limitan a elogiar los vínculos entre ambos países.
Bruno Rodríguez, Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, ha denunciado en reiteradas ocasiones que la Administración de Donald Trump ha obstaculizado “el derecho de los ciudadanos cubanos de visitar a sus familiares”, que es “injustificada” la interrupción del otorgamiento de visa, que EEUU ha obligado a los cubanos a terceros países “sin garantía alguna" y ha impuesto “altos costos económicos a los viajes familiares y de intercambio en múltiples áreas”.
Un usuario de redes sociales identificado como Guajiro Universitario cuestiona al canciller cubano, al Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba y a la presidencia del país por no haberse pronunciado sobre la cancelación inmediata de estos servicios por parte del gobierno canadiense: “por qué ni @CubaMINREX ni @DiazCanelB ni Bruno parrilla se han referido a la medida tomada por la embajada de Canadá? No será de interés para los cubanos? Es pregunta, pueden responderme si quieren”.
La falta de información sobre la suspensión de estos servicios y de las citas programadas, ha generado ya dificultades, tal y como refleja un reporte de la cadena CBC que relata el caso de Carlos González Trenzado, quien tras un largo y tortuoso viaje a La Habana con su hijo no pudo hacer las gestiones previstas en la embajada de Canadá pues su cita fue cancelada sin previo aviso.
"Es terrible. Me perjudica muchísimo tener que ir a otro país para intentar visitar a mi hermana en Canadá", dijo Rossana Real, de 52 años, entrevistada por la agencia Reuters.
Se veía venir...
En realidad la disposición no sorprende, pues había sido de alguna manera anticipada desde el pasado 30 de enero por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá (Global Affairs Canada) en un comunicado en que anunció que algunos programas serían ajustados “en las próximas semanas”.
Desde la semana pasada y con carácter inmediato, la representación de Ottawa en Cuba dejó de ofrecer servicios de visas de visitante, que permitían a los cubanos de la isla visitar a sus familiares asentados en Canadá, lo mismo que las visas para estudiar o trabajar en este país.
Como alternativa, los trámites pueden hacerse por Internet o en cualquier Centro de Solicitud de Visa (VAC, por sus siglas en inglés) fuera de Cuba.
Estas oficinas son compañías privadas que tienen un contrato formal con el gobierno de Canadá para tramitar permisos de estudio y trabajo, visas de visitante y documentos de viaje para los residentes permanentes. Allí se reciben los formularios, los pasaportes y se toman las huellas dactilares y las fotos de los solicitantes.
Al igual que para las gestiones de la visa americana, los cubanos que quieran viajar a Canadá deberán ahora encontrar preferiblemente un VAC en un país que no requiera visa o al menos con requisitos flexibles para el visado y donde los gastos de pasaje y hospedaje no sean tan costosos.
La medida anunciada el 8 de mayo obliga además a hacer el complejo proceso para residencia permanente desde la oficina de visas del IRCC en la Ciudad de México, un país que exige visa a los cubanos.
"Asunto largo, complejo e increíblemente caro"
Una campaña de recogida de firmas para ser entregadas al IRCC apela a razones humanitarias para que se revoquen al menos parcialmente estos cambios.
Al momento de escribir esta nota más de cuatro mil personas habían firmado la petición que aspira a recolectar cinco mil firmas.
“El 8 de mayo de 2019, recibimos la noticia de que la Oficina de Visas de Canadá en La Habana ya no procesará datos biométricos (huellas dactilares y fotos) como parte de la solicitud de visa de visitante. En cambio, el solicitante no tendrá más remedio que viajar a un Centro de Solicitud de Visa (VAC) fuera del país. Significa que los miembros de nuestra familia se verán obligados a solicitar una visa de entrada a un tercer país que procesa datos biométricos para Canadá y luego, si se otorga, viajan a ese país para proporcionar los datos biométricos obligatorios. La posibilidad de disfrutar de la visita de nuestros padres o familiares a Canadá, se ha convertido de repente en un asunto largo, complejo e increíblemente caro para todos nosotros”, reza el texto de la petición.