El gobernante cubano, Raúl Castro, pidió a los cubanos más paciencia para resolver los males que aquejan al país, al hablar hoy en el acto oficial para conmemorar el 59 aniversario del fallido ataque al Cuartel Mocancada de Santiago de Cuba.
"Hay que seguir adelante, al ritmo que decidamos los cubanos, sin
prisas pero sin tregua, poco a poco", dijo Castro, quien calificó de “proeza del pueblo cubano”, el hecho de que la “revolución” se mantenga en el poder “por más de medio siglo”.
El discurso central del acto lo leyó el número dos del régimen, José Ramón Machado Ventura, quien elogió al primer secretario del Partido Comunista en esa provincia, Luis Torres Iríbar, por “su contribución a los resultados alcanzados”, en las producciones de café, cacao, forestales y frutales, aunque segun dijo, “se está todavía lejos de lo que se necesita y de los rendimientos que deben alcanzarse”.
“Además quedó una importante deuda pendiente: el incumplimiento del plan de producción de azúcar…Son muchos los problemas que aún restan y no todos se podrán resolver con la brevedad que quisiéramos”, reconoció Machado Ventura.
Castro, de 83 años, no tenía previsto hablar, pero tras la lectura de Machado ocupó el podio de la tribuna, instalada en la Plaza Mariana Grajales de Guantánamo, para improvisar un corto y coloquial discurso bajo el sofocante sol oriental que, a las siete de la mañana, ya comenzaba a calentar la plaza, ocupada por unos pocos centenares de personas, disciplinadamente sentadas en sillas plásticas.
La fachada de cartón del antiguo Cuartel Moncada y unas rígidas figuras de hormigón, sirvieron de trasfondo al escenario del acto, que el diario oficial Granma calificó de “vistoso”¨y cuya brevedad fue elogiada por el gobernante cubano.
“Así debieran ser todos los actos, con una magnifica introducción de los jóvenes artistas, ha durado solo 55 minutos”, dijo Raúl Castro.
La austeridad de la ceremonia, el tedio del ambiente y la decadencia del discurso oficial, contrastaron con las multitudinarias concentraciones que décadas atrás movilizaba el régimen para celebrar la fecha.
Raúl Castro aseguró que su gobierno es consciente y está al tanto de los problemas y las "muchas dificultades" que afrontan los cubanos, pero descartó aumentos salariales y otras reformas estructurales más allá de las que hasta ahora se han adoptado.
"Mientras no avancemos en la producción y la productividad, empezando por aquellas tareas que están en la mano, que se pueden lograr como es la producción de alimentos para ahorrarnos miles de millones de dólares en importaciones, no se podrán producir aumentos salariales", advirtió.
Al igual que en oportunidades anteriores, Raúl Castro acusó a la oposición interna de estar al servicio del “imperio” y reiteró que su gobierno está dispuesto a negociar sus diferencias con Estados Unidos, en igualdad de condiciones.