El joven político conservador español Angel Carromero, quien conducía el vehículo en que murió el disidente cubano Oswaldo Payá, nunca dijo al gobierno de Madrid que su accidente fuese provocado como ahora asegura, afirmó este miércoles el canciller español.
"La única constancia que yo tengo son los telegramas que recibí de la embajada, que fueron constantes, y el memorándum de entendimiento que firmó nuestro cónsul con las autoridades de Cuba", declaró a los periodistas el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Dicho acuerdo, que permitió la liberación por La Habana del dirigente de las juventudes del Partido Popular (PP, derecha, en el gobierno), fue firmado "con consentimiento del señor Carromero y de acuerdo con sus declaraciones en las que no se hacía constar la circunstancia" de haber sido embestido por otro vehículo, como ahora asegura, agregó.
Payá, de 60 años, y otro opositor, Harold Cepero, de 31 años, murieron el 22 de julio cuando viajaban en un automóvil hacia el este de Cuba acompañados por un joven político conservador sueco, Jens Aron Modig, y por Carromero, al volante.
Condenado a cuatro años de cárcel por homicidio imprudente, Carromero, de 27 años, fue repatriado a finales de diciembre a España, donde cumple su pena en régimen de semilibertad. Según la versión oficial, el automóvil salió de la carretera debido a su alta velocidad y se estrelló contra un árbol.
Sin embargo, en una entrevista publicada este miércoles por el diario Washington Post, Carromero aseguró que desde que salieron de La Habana los persiguieron varios coches y que uno de ellos los embistió por detrás.
Carromero había dado esta misma versión hace unos días a la hija del líder disidente, Rosa María Payá, de visita en Madrid. García-Margallo explicó la semana pasada ante el parlamento español que su gobierno no puede avalar ahora una versión diferente a la que admitió oficialmente en el memorándum de entendimiento con Cuba, donde se reconoció la "legitimidad de la sentencia" dictada por la justicia cubana, y que posibilitó la repatriación de Carromero.
"La única constancia que yo tengo son los telegramas que recibí de la embajada, que fueron constantes, y el memorándum de entendimiento que firmó nuestro cónsul con las autoridades de Cuba", declaró a los periodistas el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Dicho acuerdo, que permitió la liberación por La Habana del dirigente de las juventudes del Partido Popular (PP, derecha, en el gobierno), fue firmado "con consentimiento del señor Carromero y de acuerdo con sus declaraciones en las que no se hacía constar la circunstancia" de haber sido embestido por otro vehículo, como ahora asegura, agregó.
Payá, de 60 años, y otro opositor, Harold Cepero, de 31 años, murieron el 22 de julio cuando viajaban en un automóvil hacia el este de Cuba acompañados por un joven político conservador sueco, Jens Aron Modig, y por Carromero, al volante.
Condenado a cuatro años de cárcel por homicidio imprudente, Carromero, de 27 años, fue repatriado a finales de diciembre a España, donde cumple su pena en régimen de semilibertad. Según la versión oficial, el automóvil salió de la carretera debido a su alta velocidad y se estrelló contra un árbol.
Sin embargo, en una entrevista publicada este miércoles por el diario Washington Post, Carromero aseguró que desde que salieron de La Habana los persiguieron varios coches y que uno de ellos los embistió por detrás.
Carromero había dado esta misma versión hace unos días a la hija del líder disidente, Rosa María Payá, de visita en Madrid. García-Margallo explicó la semana pasada ante el parlamento español que su gobierno no puede avalar ahora una versión diferente a la que admitió oficialmente en el memorándum de entendimiento con Cuba, donde se reconoció la "legitimidad de la sentencia" dictada por la justicia cubana, y que posibilitó la repatriación de Carromero.