El gobierno colombiano declaró el jueves pasado persona non grata al primer secretario de la embajada de la dictadura de Cuba en Bogotá, Omar Rafael García Lazo.
El ministerio de Exteriores de Colombia aseguró que el diplomático estaba desarrollando actividades incompatibles con la Convención de Viena.
Su ficha se ha agregado a la base de datos de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC) junto a otros “represores de exportación” enviados a países como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Colombia.
Las operaciones más recientes de espionaje y desestabilización de la embajada cubana en Bogotá habían sido revelados en febrero de 2020 por la revista Semana que filtró un dossier secreto sobe el tema.
El material aportaba las pruebas de que el propio embajador de esa legación diplomática era un espía de los servicios de inteligencia cubanos desde la década de los setenta. Garcia Lazo era el segundo al mando de esa sede diplomática.
García Lazo fue antes funcionario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, desde donde parte de sus funciones era implementar campañas de asesinato de la reputación de disidentes y críticos del sistema y lanzar acusaciones contra organizaciones de la sociedad civil.
Diversas fuentes estiman que antes o durante el desempeño de esas funciones en el Comité Central fue reclutado por el servicio de inteligencia cubano e insertado en el Ministerio de Relaciones Exteriores para proveerlo de cobertura diplomática y poder enviarlo con esa inmunidad a Colombia.
A partir de noviembre de 2020, García Lazo arremetió públicamente contra los activistas del Movimiento San Isidro, que estuvieron casi 10 días en huelga de hambre como protesta por la arbitraria encarcelación del rapero Denis Solís. La propia Mariela Castro Espín, hija de Raúl Castro, salió a aplaudir sus palabras y compartirlas en su perfil de Facebook.
García Lazo, egresado de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, publica artículos de forma regular en el blog oficialista La Pupila Insomne. Se trata de una plataforma digital que el Ministerio del Interior de Cuba emplea para movilizar campañas de descredito contra activistas democráticos.
También sus trabajos son publicados en el canal satelital árabe Al Mayadeen, considerado pro iraní, pro Hezbollah y pro sirio.