La presentación en España del Primer Estudio Integral sobre la Tortura en Cuba, coordinado por Prisoners Defender (PD), devino un rechazo masivo a las políticas de la Unión Europea hacia La Habana, en los momentos más represivos de la isla.
El 80% de los casos está sufriendo “más de cinco tipos de tortura”, y los niños y los jóvenes son dos de los colectivos más torturados, según la organización.
“Mi corazón se ha llenado de rabia, de impotencia ante el dolor que se está infringiendo a las familias cubanas. Mientras, aquí en Europa se mira para otro lado, se silencia esa realidad. Y no hablo del Parlamento Europeo, hablo evidentemente del Ejecutivo”, denunció Javier Larrondo, presidente de PD.
El estudio —iniciado en 2022— ahora se amplía con 181 casos de víctimas, con 15 patrones, y concluye que en la isla “se tortura vilmente a todos los presos políticos”.
“Desgraciadamente, lo que este documento saca a la luz, no nos sorprende. Recordemos el 11J. Ya sabemos que la dictadura cubana respondió con represión, crueldad, deteniendo arbitrariamente a cientos de personas, también torturando a los prisioneros”, valoró Dita Charanzová, vicepresidenta del Parlamento Europeo.
Todos los participantes cuestionaron los resultados de la visita a Cuba de Josep Borrell, el jefe de la diplomacia europea, así como el impulso a los negocios con el régimen.
“Podremos ser el primer socio comercial de Cuba, pero eso está muy mal dicho. Somos el principal socio comercial del régimen y de los militares, pero no de los cubanos. El Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación no trae bienestar, trae única y exclusivamente el blanqueamiento del régimen”, aclaró Juan Ignacio Salafranca, secretario general adjunto y director de Política Exterior del Partido Popular Europeo.
Además de la represión contra los ciudadanos, Dita Charanzová recordó el apoyo de La Habana la guerra de Putin contra Ucrania.
“Es la gota que colma el vaso. No podemos, desde mi punto de vista, mantener nuestros lazos con los aliados de Putin”, exigió la líder legislativa.
Del conjunto de 181 víctimas, cuatro eran menores de edad en el momento de la detención y mientras se producían las torturas: Jonathan Torres Farrat (la víctima con mayor número de tipos), Gabriela Zequeira Hernández, Brandon David Becerra Curbelo y Cristian Enrique Salgado Vivar.
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