El juez español Baltasar Garzón ha dejado de ser magistrado tras una condena de 11 años de inhabilitación, que le ha impuesto el Tribunal Supremo por ordenar escuchar en las comunicaciones que mantuvieron en prisión los principales imputados en un caso de corrupción, conocido como el caso Gürtel.
Garzón había sido juzgado por delitos de prevaricación y contra las garantías constitucionales por haber ordenado dichas escuchas, en un proceso en el que la acusación la ejercieron los abogados de los cabecillas de la presunta red corrupta.
La sentencia del alto tribunal, que se aprobó por unanimidad de los siete magistrados. Garzón ejercía en el Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional Española, pero desde el 2010 ha estado suspendido.
Garzón encausó al fallecido general chileno Augusto Pinochet en 1998 y al fallecido líder de al-Qaida Osama bin Laden en 2003, pero tuvo problemas con la legislación española al intentar investigar los crímenes de la dictadura franquista, pese a la amnistía general de 1977 extendida a todos los involucrados en la guerra civil de 1936-1939.