Los residentes en el barrio Los Pocitos del Municipio Marianao en La Habana buscaron el apoyo de activistas de derechos humanos para frenar la acción de la Policía contra menores de edad.
El incidente ocurrió este 2 de enero cuando ocho agentes de la Policía arribaron en carros patrulleros al barrio y uno de los patrrulleros detuvo de forma violenta a un menor de edad. Los vecinos buscaron la intersección de activistas de derechos humanos para evitarlo.
La Dama de Blanco Aliuska Gómez y el reportero independiente Enrique Díaz, quien filmó lo ocurrido, relataron en el programa Cuba al Día detalles de cómo los vecinos, la presidenta del CDR y ellos se unieron en un reclamo común para impedir el arresto del menor.
"Los vecinos nos tocaron en la puerta y acudimos de inmediato al lugar, donde unas 60 personas habían acabado de rescatar al niño de manos de la Policia, tras un arresto arbitrario en el acusaban a un grupo de menores de estar jugando ilícitamente", señaló Gómez.
"Los menores en realidad estaban jugando 'bolas' y no habían cometido ningún delito. Por eso, los vecinos se enfrentaron a los policías", dijo la Dama de Blanco.
A la acción mancomunada de los residentes en el barrio para impedir la arbitrariedad se unió la presidenta del CDR Zuliesky de la Rivera, que fue citada a comparecer en la sexta unidad de la PNR de Marianao el día 3 de enero y "no fue".
"He estado al tanto del caso y si bien es cierto que ella no fue tampoco, de la Policía han venido al barrio a averiguar por qué no se presentó", dijo Díaz.
Por su parte, Gómez explicó que tanto la presidenta del CDR como los vecinos saben que ellos son activistas de derechos humanos y han sido muy solidarios.
"Reconocen que nuestra labor es a favor del respeto a los derechos y por eso es que nos buscan para denunciar las injusticias", dijo.
El reportero percibe que después del incidente la gente se siente complacida por haber impedido una arbitrariedad.
En el video filmado por Díaz los vecinos dijeron que tuvieron que salir a enfrentar a los uniformados porque consideraron las acciones de la Policía como "una falta de respeto" y un abuso.