Un grupo de mujeres cubanas han resuelto tomar las riendas de sus vidas y generar empleos sin ataduras gubernamentales, y para lograrlo se han dado a la tarea de rescatar ropas recicladas y convertirlas en piezas útiles para el hogar.
La activista Ilianna Cedeño, de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR), explico a Martí Noticias que en ese empeño trabajan desde hace poco más de un año mujeres de varias regiones del país que decidieron abrirse paso a partir del esfuerzo personal.
Adquieren ropas recicladas, entre ellas las de talla extra que no tienen aceptación, y les hacen adaptaciones. También usan esas telas para confeccionar almohadones y otras piezas de utilería para el hogar, detalló la coordinadora del proyecto.
Las mujeres cuentan con 8 talleres de corte y costura en las provincias de Santiago de Cuba, Granma, Holguín, La Habana y Pinar del Río, y se sienten satisfechas de generar empleos lejos de las ataduras gubernamentales.
"No queremos la benevolencia del régimen y nuestro emprendimiento cobra fuerza en la medida en que las mujeres se dan cuenta de que pueden tomar recobrar el control de sus vidas", enfatizó la activista.
La coordinadora del proyecto asegura que seguirán abriendo talleres para dar más oportunidades a las mujeres que no necesariamente pertenecen a la FLAMUR.
Cedeño aseguró que siente satisfacción cuando ve que algunas de las mujeres que realizan las labores de corte y costura han sido rescatadas de la prostitución, y han aprendido que con su labor pueden ser independientes económicamente.