Las actitudes de algunos presidentes latinoamericanos no dejan de sorprender en cuanto al trato cómplice y benevolente que dan al régimen de Cuba y la falta de transparencia de los actuales acontecimientos en Venezuela, según un editorial del diario argentino La Nación.
El periódico subraya que “pese a no ser una democracia, Cuba parece gozar de una suerte de inmunidad en la región sudamericana, a la que ciertamente parecería no preocuparle demasiado la situación de los cubanos en materia de derechos humanos y libertades civiles y políticas esenciales”.
La Nación contrasta esta postura con la “de corte intransigente y hasta belicoso en el tema de la vigencia de la democracia” asumida respecto a otros países de la región y cita como claro ejemplo el caso de Paraguay, “nación que ha sido excluida ilegalmente de Mercosur y de la UNASUR”.
En adición, resalta que Cuba no sólo estará presente en la reunión de la CELAC, en Chile, sino que ocupará la próxima presidencia "pro tempore" de ese organismo regional. “Dos varas muy distintas—dice—: la que se usa para medir a Cuba, de una flexibilidad sin límites, y la que, en cambio, se utiliza con Paraguay, de una rigidez casi agresiva”.
El diario cita estos antecedentes para poner de relieve el “extraño papel” de Cuba respecto a lo que acontece en Venezuela como consecuencia del delicado estado de salud del presidente Hugo Chávez, y el desconocimiento del pueblo venezolano sobre lo que le sucede.
“La dirigencia de Cuba que parecería estar moviendo los hilos detrás del escenario, con injerencia en los asuntos internos venezolanos, en cambio, sí conoce la verdad”, apunta.
Con todo, señala, pese a lo que esto significa para los ciudadanos venezolanos con derecho a una mínima transparencia, “algunos mandatarios de la región han visitado Cuba en los últimos días para tratar de interiorizarse sobre la salud del presidente venezolano, rindiendo de paso pleitesía a los despóticos hermanos Castro (…) ciertas actitudes no dejan de sorprender”.
Bajo el título de “Venezuela, protectorado cubano”, un reciente artículo del diario español El País también se refirió al asunto al reseñar la reunión hace poco más de una semana en La Habana de los principales dirigentes chavistas con Raúl Castro.
Según el periódico, el encuentro “tuvo todas las trazas de un verdadero consejo de ministros en territorio extranjero dirigido por un líder extranjero, la prueba del nueve de que es la gerontocracia castrista quien dirige la crisis venezolana”.
La publicación recuerda la planificación por Fidel Castro “de dos invasiones de Venezuela por tropas cubanas, en 1966 –dirigida esta por Arnaldo Ochoa, el futuro general y héroe de África ejecutado en 1989- y en 1968, ambas estrepitosamente fracasadas”.
Luego dice que sea cual sea el estado de salud de Chávez y su destino nada indica que vaya a alterar, al menos a medio plazo, el futuro del país, y que a la oposición, “un estado de opinión entre las clases medias (…) más que una alternativa organizada”, sólo le queda “esperar a la tercera invasión, esta vez pacífica, institucional, cubana”.
El periódico subraya que “pese a no ser una democracia, Cuba parece gozar de una suerte de inmunidad en la región sudamericana, a la que ciertamente parecería no preocuparle demasiado la situación de los cubanos en materia de derechos humanos y libertades civiles y políticas esenciales”.
La Nación contrasta esta postura con la “de corte intransigente y hasta belicoso en el tema de la vigencia de la democracia” asumida respecto a otros países de la región y cita como claro ejemplo el caso de Paraguay, “nación que ha sido excluida ilegalmente de Mercosur y de la UNASUR”.
En adición, resalta que Cuba no sólo estará presente en la reunión de la CELAC, en Chile, sino que ocupará la próxima presidencia "pro tempore" de ese organismo regional. “Dos varas muy distintas—dice—: la que se usa para medir a Cuba, de una flexibilidad sin límites, y la que, en cambio, se utiliza con Paraguay, de una rigidez casi agresiva”.
El diario cita estos antecedentes para poner de relieve el “extraño papel” de Cuba respecto a lo que acontece en Venezuela como consecuencia del delicado estado de salud del presidente Hugo Chávez, y el desconocimiento del pueblo venezolano sobre lo que le sucede.
“La dirigencia de Cuba que parecería estar moviendo los hilos detrás del escenario, con injerencia en los asuntos internos venezolanos, en cambio, sí conoce la verdad”, apunta.
Con todo, señala, pese a lo que esto significa para los ciudadanos venezolanos con derecho a una mínima transparencia, “algunos mandatarios de la región han visitado Cuba en los últimos días para tratar de interiorizarse sobre la salud del presidente venezolano, rindiendo de paso pleitesía a los despóticos hermanos Castro (…) ciertas actitudes no dejan de sorprender”.
Bajo el título de “Venezuela, protectorado cubano”, un reciente artículo del diario español El País también se refirió al asunto al reseñar la reunión hace poco más de una semana en La Habana de los principales dirigentes chavistas con Raúl Castro.
Según el periódico, el encuentro “tuvo todas las trazas de un verdadero consejo de ministros en territorio extranjero dirigido por un líder extranjero, la prueba del nueve de que es la gerontocracia castrista quien dirige la crisis venezolana”.
La publicación recuerda la planificación por Fidel Castro “de dos invasiones de Venezuela por tropas cubanas, en 1966 –dirigida esta por Arnaldo Ochoa, el futuro general y héroe de África ejecutado en 1989- y en 1968, ambas estrepitosamente fracasadas”.
Luego dice que sea cual sea el estado de salud de Chávez y su destino nada indica que vaya a alterar, al menos a medio plazo, el futuro del país, y que a la oposición, “un estado de opinión entre las clases medias (…) más que una alternativa organizada”, sólo le queda “esperar a la tercera invasión, esta vez pacífica, institucional, cubana”.