La situación de los derechos humanos en Cuba continúa siendo de "extrema gravedad", indica el Informe Anual 2022 del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
La entidad con sede en Madrid, España, durante el año que recién concluyó, logró documentar las siguientes violaciones en Cuba:
- más de 5.499 acciones represivas.
- 1.354 detenciones arbitrarias, de ellas 832 correspondieron a mujeres, la cifra más alta desde 2018.
- 1.447 retenciones de activistas, opositores o familiares de presos en sus viviendas.
- 697 acciones represivas contra periodistas independientes, destacando las amenazas, vigilancia, las citaciones y las restricciones de datos móviles y telefonía.
- al menos 976 presos políticos o de conciencia, la mayoría relacionados con las manifestaciones del 11 y 12 de julio de 2021 y protestas posteriores.
"Los datos que hoy estamos publicando y denunciando corresponden al año 2022, y en base a esto, podemos decir que fue un año altamente represivo, en el que el régimen incluso se dotó de nuevos instrumentos jurídicos, incluyendo un nuevo Código Penal para perseguir cualquier tipo de disidencia y oposición, y también para acallar cualquier tipo de manifestación de descontento popular como los que han venido ocurriendo en los dos últimos años", dijo el jueves a Radio Televisión Martí, Yaxis Cires, director de Estrategias del OCDH.
La entidad asegura en su informe que en 2022 se produjo una consolidación de patrones, como la represión hacia sectores de la población no vinculados tradicionalmente a la oposición política; el encarcelamiento o exilio forzoso de activistas y opositores y la tendencia de retener o sitiar a los activistas y opositores en sus domicilios, de manera ilegal, para impedir el ejercicio de sus actividades y derechos.
"Tengamos en cuenta que una parte del liderazgo opositor y de la sociedad civil está encarcelado, como el caso de José Daniel Ferrer, Félix Navarro, Luis Manuel Otero Alcántara, Maykel Osorbo. Pero a otros que han quedado en libertad les han hostigado y amenazado tanto que muchos de ellos han tenido que salir del país. Esta es una situación que nos preocupa porque es importante que en estos momentos que está viviendo Cuba haya un liderazgo y algunas propuestas de parte de la sociedad civil y oposición democráticas para salir de la crisis que está viviendo el país y que el régimen cubano no sea el único interlocutor ante la comunidad internacional", agregó Cires.
Por todo esto, la organización recomienda a gobiernos, instituciones y organizaciones internacionales “redoblar sus esfuerzos en apoyo a los activistas cívicos, a la sociedad civil independiente, y la asistencia a personas excluidas por el ejercicio de sus derechos humanos, entre ellos, los presos políticos y de conciencia y sus familiares”.
El OCDH pide "que los instrumentos de cooperación con la Isla, los ya previstos y cualesquiera que puedan acordarse, entren en vigor de manera escalonada, condicionando su implementación a avances reales en materia de democracia, derechos humanos y libertades económicas en Cuba".
Para el OCDH, es importante que en cualquier agenda de diálogo bilateral con las autoridades cubanas se exija la eliminación del nuevo Código Penal, la criminalización del ejercicio de los derechos humanos y de la pena de muerte.
Solicita además la constitución de un grupo de seguimiento a la situación de los derechos humanos en Cuba, formado por Estados Unidos, la Unión Europea, la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y que éste grupo escuche a la sociedad civil independiente.
Por último, recomienda “sancionar o continuar sancionando, individualmente, a los violadores de derechos humanos, bajo los principios de las leyes Magnitsky y otros programas de rendición de cuentas de Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Australia, Reino Unido y otros países”.
[Con reporte de Ariane González para Radio Martí]
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