La situación de los derechos humanos ha sufrido "un deterioro alarmante" en el este de Ucrania, escenario de una insurrección armada prorrusa, y en Crimea, territorio incorporado a Rusia, denunció el viernes la ONU en un informe muy criticado por Moscú difundido en Kiev.
En el terreno, los separatistas siguen extendiendo su control, demostrando el fracaso del ejercito ucraniano en su esfuerzo por retomar el control del este del país tras un mes de operaciones. Como nueva señal de esta impotencia de Kiev, unos hombres armados tomaron sin recurrir a la fuerza el control de la caserna de la Guardia Nacional, las fuerzas especiales del ministerio del Interior, en Donestk.
Anteriormente, la ONU, que pide a los actores de la crisis que hagan lo posible para impedir que los rebeldes prorrusos "desgarren" Ucrania, pintó un sombrío panorama de la situación, con torturas, asesinatos y secuestros en el este, según el informe presentado en Kiev.
Rusia reaccionó inmediatamente, criticando "la falta total de objetividad" de este documento, que califica de "encargo político para 'blanquear' a las autoproclamadas autoridades de Kiev".
El informe enumera "numerosos ejemplos específicos de asesinatos, torturas, palizas, secuestros, actos intimidatorios selectivos y algunos casos de acoso sexual, en su mayoría cometidos por grupos antigubernamentales bien organizados y armados en el este del país".
Pedido de Navi Pillay a los que puedan influir
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Navi Pillay, pide a las personas con influencia sobre los grupos armados en el este de Ucrania que "hagan cuanto puedan para frenar a estos hombres que parecen determinados a desgarrar el país".
El informe alude también al "inquietante aumento de secuestros y detenciones ilegales de periodistas, militantes, políticos locales, representantes de ONG y de militares en el este" de Ucrania. "Aunque algunos han sido ulteriormente puestos en libertad, los restos de muchos otros han sido tirados a los ríos y a otras zonas. El problema es especialmente grave dentro y alrededor de la ciudad de Slaviansk", feudo de los rebeldes prorrusos.
Asimismo el informe cita casos en los que las tropas regulares ucranianas que operan en el este "fueron acusadas de matar a personas y de ser responsables de desapariciones forzadas".
En informe, que cubre el periodo entre el 2 de abril al 6 de mayo, denuncia asimismo el "hostigamiento" y las "persecuciones" contra los tártaros de Crimea, una minoría musulmana de la península ucraniana incorporada en marzo a Rusia.
El drama de los tártaros
Los tártaros se enfrentan a numerosos problemas como "la libertad de movimiento, casos de hostigamiento físico, restricciones impuestas a los medios de comunicación, miedo a persecución religiosa para los musulmanes practicantes y la amenaza del fiscal de Crimea (...) de poner fin al parlamento de los tártaros de Crimea", recalca el texto.
"Más de 7.200 personas originarias de Crimea -en su mayoría tártaros- se han convertido en desplazados internos en otras partes de Ucrania", destaca el informe.
A nueve días de la elección presidencial del 25 de mayo en Ucrania, los ministros polaco y sueco de Exteriores --principales apoyos de Ucrania en el seno de la Union Europea (UE)-- vinieron a expresar su solidaridad con el gobierno prooccidental de Kiev.
Rusia, que cuestiona la legitimidad de las autoridades ucranianas surgidas tras la ola de protestas en favor de un acercamiento a la UE, "debe hacer todo lo posible para que esta elección se desarrolle de la forma más legítima", dijo el ministro polaco Radoslaw Sikorski en conferencia de prensa.
La visita de los dos ministros europeos a Kiev se produce un día después de que un responsable del Departamento de Estado estadounidense amenazara con "sangrar" la economía rusa --ya afectada por sanciones-- si Moscú intenta impedir la celebración de esta elección presidencial.
Esta elección, convocada tras la destitución en febrero del presidente prorruso Viktor Yanukovich, es considerada por los occidentales como "crucial" para salir de la crisis. Moscú se opuso durante durante mucho tiempo a su celebración, pero recientemente el presidente ruso, Vladimir Putin, ha flexibilizado su posición y considerado incluso que la elección podría "ir en la buena dirección".
En el terreno, los separatistas siguen extendiendo su control, demostrando el fracaso del ejercito ucraniano en su esfuerzo por retomar el control del este del país tras un mes de operaciones. Como nueva señal de esta impotencia de Kiev, unos hombres armados tomaron sin recurrir a la fuerza el control de la caserna de la Guardia Nacional, las fuerzas especiales del ministerio del Interior, en Donestk.
Anteriormente, la ONU, que pide a los actores de la crisis que hagan lo posible para impedir que los rebeldes prorrusos "desgarren" Ucrania, pintó un sombrío panorama de la situación, con torturas, asesinatos y secuestros en el este, según el informe presentado en Kiev.
Rusia reaccionó inmediatamente, criticando "la falta total de objetividad" de este documento, que califica de "encargo político para 'blanquear' a las autoproclamadas autoridades de Kiev".
El informe enumera "numerosos ejemplos específicos de asesinatos, torturas, palizas, secuestros, actos intimidatorios selectivos y algunos casos de acoso sexual, en su mayoría cometidos por grupos antigubernamentales bien organizados y armados en el este del país".
Pedido de Navi Pillay a los que puedan influir
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Navi Pillay, pide a las personas con influencia sobre los grupos armados en el este de Ucrania que "hagan cuanto puedan para frenar a estos hombres que parecen determinados a desgarrar el país".
El informe alude también al "inquietante aumento de secuestros y detenciones ilegales de periodistas, militantes, políticos locales, representantes de ONG y de militares en el este" de Ucrania. "Aunque algunos han sido ulteriormente puestos en libertad, los restos de muchos otros han sido tirados a los ríos y a otras zonas. El problema es especialmente grave dentro y alrededor de la ciudad de Slaviansk", feudo de los rebeldes prorrusos.
Asimismo el informe cita casos en los que las tropas regulares ucranianas que operan en el este "fueron acusadas de matar a personas y de ser responsables de desapariciones forzadas".
En informe, que cubre el periodo entre el 2 de abril al 6 de mayo, denuncia asimismo el "hostigamiento" y las "persecuciones" contra los tártaros de Crimea, una minoría musulmana de la península ucraniana incorporada en marzo a Rusia.
El drama de los tártaros
Los tártaros se enfrentan a numerosos problemas como "la libertad de movimiento, casos de hostigamiento físico, restricciones impuestas a los medios de comunicación, miedo a persecución religiosa para los musulmanes practicantes y la amenaza del fiscal de Crimea (...) de poner fin al parlamento de los tártaros de Crimea", recalca el texto.
"Más de 7.200 personas originarias de Crimea -en su mayoría tártaros- se han convertido en desplazados internos en otras partes de Ucrania", destaca el informe.
A nueve días de la elección presidencial del 25 de mayo en Ucrania, los ministros polaco y sueco de Exteriores --principales apoyos de Ucrania en el seno de la Union Europea (UE)-- vinieron a expresar su solidaridad con el gobierno prooccidental de Kiev.
Rusia, que cuestiona la legitimidad de las autoridades ucranianas surgidas tras la ola de protestas en favor de un acercamiento a la UE, "debe hacer todo lo posible para que esta elección se desarrolle de la forma más legítima", dijo el ministro polaco Radoslaw Sikorski en conferencia de prensa.
La visita de los dos ministros europeos a Kiev se produce un día después de que un responsable del Departamento de Estado estadounidense amenazara con "sangrar" la economía rusa --ya afectada por sanciones-- si Moscú intenta impedir la celebración de esta elección presidencial.
Esta elección, convocada tras la destitución en febrero del presidente prorruso Viktor Yanukovich, es considerada por los occidentales como "crucial" para salir de la crisis. Moscú se opuso durante durante mucho tiempo a su celebración, pero recientemente el presidente ruso, Vladimir Putin, ha flexibilizado su posición y considerado incluso que la elección podría "ir en la buena dirección".