Nirma Hernández, activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en el poblado de Buenaventura, Holguín, relató a Radio Martí cómo el delegado del Ministerio del Interior de su localidad cumplió con ella la amenaza de encerrarla con dos mujeres sancionadas por delitos graves para poderla “acusar de un delito común”.
En entrevista para el programa Contacto Cuba, de Martí Noticias, Hernández desgranó el rosario de cercos de vigilancia, hostigamiento y “detenciones arbitrarias” que ha sufrido por la Seguridad del Estado, y que el pasado 20 de febrero culminó con un encierro por cuatro días, junto a dos mujeres envueltas ya en un proceso penal por delitos comunes.
Nirma pensó que la detención se debía “a que yo había dicho de la carencia de medicamentos en la farmacia” de su pueblo, pero los mismos policías se encargaron de aclararle los motivos.
“Me dijeron que estaba mandada a buscar de Holguín porque ya tenían el escenario preparado para cuando me llevaran al centro de tortura de Pedernales (Unidad de operaciones de Seguridad del Estado) tenían dos presas preparadas para que me golpearan”, aseguró la mujer, cuyo hijo, Luis Lázaro Guanche ha sido detenido junto a ella por ser opositor de UNPACU.
Según su testimonio sus agresoras están acusadas de graves delitos. “Les dicen que tienen que tener problemas conmigo, que la causa de ellas se las van a arreglar para que ellas tengan menos años en la cárcel".
Hernández asgura que ha sido detenida en reiteradas ocasiones por criticar públicamente a las autoridades cubanas.
Una detención entre el 25 de noviembre y el 3 de diciembre del 2016, otra desde el 6 al 12 del mismo mes. En este año, refiere, “llevo dos semanas consecutivas: desde el 6 de febrero al 11, y del 22 al 26 de febrero. Ya con grandes amenazas de ir a prisión”, aseguró.
La amenaza directa –refirió Hernández- provino del mismo Delegado del Minint (que no se identificó por su nombre), pero sabe que tiene el grado de Mayor de esa fuerza militar y fue quien la condujo directamente a la mencionada unidad de detenciones.
“Él me comentó que ya todos se pusieron de acuerdo –la Seguridad, el DTI (Departamento Técnico de Investigaciones), Contrainteligencia, que era él, y la fiscalía, para sancionarme”, indicó la mujer.
El incidente directo ocurrió –según la activista de derechos humanos- en la celda en que la encerraron. “Una decidió hacerles caso –a los instigadores- y la otra fue la que intervino cuando la discusión empezó a tomar calor y le dijo que cómo iba a caer de conejillo de indias… si ellos quieren, que le den ellos”, aseveró.
Finalmente la opositora Nirma Hernández fue liberada sin cargos formales, aunque le pidieron firmar su carta de libertad, pero se negó a rubricar el documento, agregó.
En la actualidad 12 cubanas cumplen prisión en la isla por motivaciones políticas, (11 de ellas integran la UNPACU). La cifra es considerada una de las más altas en el presidio de mujeres en Cuba en la última década.