Dirigentes del Partido Popular cuestionaron la forma en que el gobierno español ha manejado el caso de Ángel Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular de España, encarcelado en Cuba.
La agencia Europa Press dijo que dirigentes 'populares' admiten en privado que el partido se ha visto obligado a mantener un "silencio vergonzante" para conseguir traer de vuelta a Carromero.
Las críticas se originaron dos días después de que Carromero, de 26 años, fuera condenado a cuatro años de cárcel por un tribunal cubano bajo cargos de homicidio imprudente por el accidente de tránsito en el que murieron los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero.
La sentencia contra Carromero fue divulgada el lunes, diez días después del juicio celebrado en el Tribunal Popular Provincial de Granma, en la ciudad de Bayamo, en cuya jurisdicción ocurrió el accidente el pasado 22 de julio.
Desde entonces, los dirigentes del gobierno español y del PP, en el poder, han mantenido un bajo perfil, apelando siempre a la cautela.
"Cuando la sentencia sea firme (...) haremos la labor diplomática con toda la discreción que estas cosas requieren para lograr que Angel Carromero esté cuanto antes entre nosotros", dijo a periodistas el martes el ministro de Relaciones Exteriores español, José Manuel García-Margallo. "Esa es nuestra preocupación, y esa ha sido nuestra preocupación desde el principio", agregó.
García-Margallo dijo que, aunque todavía no conocía el texto de la sentencia, en ningún caso iba a comentar su contenido, porque la "labor de la diplomacia española" no es comentar sentencias, ni españolas, ni extranjeras.
Esas declaraciones han sido la única reacción oficial del gobierno español a la sentencia de Carromero. Desde el PP, su secretaria general María Dolores de Cospedal siguió la misma línea, al expresar en una entrevista a la cadena de radio española Cope, que el deseo de su partido es que Carromero esté en España "lo antes posible" y que para eso "lo mejor es la prudencia".
Europa Press explicó en un extenso reportaje que Carromero tiene dos opciones para regresar a España una vez haya sentencia firme.
El Código Penal cubano, o Ley 62, estipula en su artículo 46.3 que el Consejo de Ministros "puede decretar la expulsión del extranjero antes de que éste cumpla la sanción principal impuesta", que se declarará "extinguida". Esa sería la mejor opción para Carromero, quien podría regresar a España sin que tuviera que responder de ninguna responsabilidad penal.
Su segunda opción sería beneficiarse de un traslado para cumplir en España la condena, siempre según "los casos y en la forma establecidos en los tratados", dice la Ley 62.
España y Cuba tienen un convenio bilateral para el traslado de personas condenadas que data de 1998 y podría aplicarse en el caso de Carromero, señaló el periódico La Razón. En ese caso, España tendría que ofrecer a Cuba una "indicación aproximada de cómo se cumplirá la condena en el estado de cumplimiento y la fecha de extinción de la pena o medida". El acuerdo permitiría deducir "íntegramente" a la condena el tiempo que Carromero ha pasado en prisión provisional.
Como la pena impuesta a Carromero es menor a cinco años, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, podría conceder directamente a Carromero en España el tercer grado sin necesidad de que tuviera que cumplir antes una parte de su condena en prisión, en virtud de la Reforma del Código Penal de 2003, explicaron a Europa Press fuentes penitenciarias.
Con el tercer grado, un preso sólo tiene que pernoctar en prisión, aunque hay una modalidad de tercer grado por la que el recluso es vigilado mediante control telemático y ni siquiera tiene que dormir en la cárcel, según prevé el reglamento penitenciario.
“El gobierno español también ha dicho públicamente que entre las opciones que permitirían traer de vuelta a Carromero está un indulto del Ejecutivo cubano, si bien esta opción se considera poco probable”, dijo Europa Press.
Por lo pronto, Carromero permanence en la prisión de 100 y Aldabó en La Habana, adonde fue regresado tras el juicio celebrado en Bayamo el pasado cinco de octubre.
La agencia Europa Press dijo que dirigentes 'populares' admiten en privado que el partido se ha visto obligado a mantener un "silencio vergonzante" para conseguir traer de vuelta a Carromero.
Las críticas se originaron dos días después de que Carromero, de 26 años, fuera condenado a cuatro años de cárcel por un tribunal cubano bajo cargos de homicidio imprudente por el accidente de tránsito en el que murieron los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero.
La sentencia contra Carromero fue divulgada el lunes, diez días después del juicio celebrado en el Tribunal Popular Provincial de Granma, en la ciudad de Bayamo, en cuya jurisdicción ocurrió el accidente el pasado 22 de julio.
Desde entonces, los dirigentes del gobierno español y del PP, en el poder, han mantenido un bajo perfil, apelando siempre a la cautela.
"Cuando la sentencia sea firme (...) haremos la labor diplomática con toda la discreción que estas cosas requieren para lograr que Angel Carromero esté cuanto antes entre nosotros", dijo a periodistas el martes el ministro de Relaciones Exteriores español, José Manuel García-Margallo. "Esa es nuestra preocupación, y esa ha sido nuestra preocupación desde el principio", agregó.
García-Margallo dijo que, aunque todavía no conocía el texto de la sentencia, en ningún caso iba a comentar su contenido, porque la "labor de la diplomacia española" no es comentar sentencias, ni españolas, ni extranjeras.
Esas declaraciones han sido la única reacción oficial del gobierno español a la sentencia de Carromero. Desde el PP, su secretaria general María Dolores de Cospedal siguió la misma línea, al expresar en una entrevista a la cadena de radio española Cope, que el deseo de su partido es que Carromero esté en España "lo antes posible" y que para eso "lo mejor es la prudencia".
Europa Press explicó en un extenso reportaje que Carromero tiene dos opciones para regresar a España una vez haya sentencia firme.
El Código Penal cubano, o Ley 62, estipula en su artículo 46.3 que el Consejo de Ministros "puede decretar la expulsión del extranjero antes de que éste cumpla la sanción principal impuesta", que se declarará "extinguida". Esa sería la mejor opción para Carromero, quien podría regresar a España sin que tuviera que responder de ninguna responsabilidad penal.
Su segunda opción sería beneficiarse de un traslado para cumplir en España la condena, siempre según "los casos y en la forma establecidos en los tratados", dice la Ley 62.
España y Cuba tienen un convenio bilateral para el traslado de personas condenadas que data de 1998 y podría aplicarse en el caso de Carromero, señaló el periódico La Razón. En ese caso, España tendría que ofrecer a Cuba una "indicación aproximada de cómo se cumplirá la condena en el estado de cumplimiento y la fecha de extinción de la pena o medida". El acuerdo permitiría deducir "íntegramente" a la condena el tiempo que Carromero ha pasado en prisión provisional.
Como la pena impuesta a Carromero es menor a cinco años, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, podría conceder directamente a Carromero en España el tercer grado sin necesidad de que tuviera que cumplir antes una parte de su condena en prisión, en virtud de la Reforma del Código Penal de 2003, explicaron a Europa Press fuentes penitenciarias.
Con el tercer grado, un preso sólo tiene que pernoctar en prisión, aunque hay una modalidad de tercer grado por la que el recluso es vigilado mediante control telemático y ni siquiera tiene que dormir en la cárcel, según prevé el reglamento penitenciario.
“El gobierno español también ha dicho públicamente que entre las opciones que permitirían traer de vuelta a Carromero está un indulto del Ejecutivo cubano, si bien esta opción se considera poco probable”, dijo Europa Press.
Por lo pronto, Carromero permanence en la prisión de 100 y Aldabó en La Habana, adonde fue regresado tras el juicio celebrado en Bayamo el pasado cinco de octubre.