Cuba está lista para inaugurar en abril de 2013 su primera Zona Especial de Desarrollo, financiada en un 70 por ciento por Brasil, y que servirá para introducir gradualmente en la isla parcelas de producción privada con inversiones extranjeras.
"Ya estamos dando los primeros pasos para la creación de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel", dijo el ministro de Inversión Extranjera y Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca, al inaugurar el sábado la XXX Feria Internacional de La Habana.
La creación de estas zonas especiales está contenida en el punto 103 de los Lineamientos de la Política Económica y Social aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba celebrado el pasado mes de febrero.
El punto en cuestión autoriza “promover la creación de Zonas Especiales de Desarrollo que permitan incrementar la exportación, la sustitución efectiva de importaciones, los proyectos de alta tecnología y desarrollo local; y que contribuyan con nuevas fuentes de empleo”, aunque no define ni precisa, los límites de su función.
Malmierca dijo que "desarrollar un intenso proceso inversionista constituye una prioridad" del gobierno cubano y "en este sentido, el aporte del capital extranjero continuará jugando un rol importante en el presente y el futuro”.
"El aporte del capital extranjero continuará jugando un rol importante en el presente y el futuro, para la atracción de tecnologías modernas y ambientalmente limpias y la diversificación de mercados para la exportación de nuestros bienes y servicios", agregó.
La Zona Especial de Desarrollo del Mariel, enclavada en el puerto del mismo nombre, prevé, además de la actividad portuaria, la más importante del país, una plataforma industrial para la importación, elaboración de productos y su venta en el mercado interno o a otros países.
“La gran contribución que Brasil puede dar a Cuba es ayudar a su desarrollo económico”, aseguró la presidenta Dilma Rousseff durante su visita a la isla el pasado mes de febrero.
El proyecto de infraestructura, de unos 900 millones de dólares, es ejecutado por la compañía brasileña Odebrecht,con un financiamiento de 682 millones aportado por Brasil y el resto por Cuba.
Según el periódico brasileño, Folha de Sao Paolo el proyecto será el equivalente en Cuba a las zonas económicas especiales creadas por China para atraer capital extranjero y que son vistas por el gobernante Raúl Castro como un modelo para reactivar la economía de la isla.
Según el diario, para Brasil es una “oportunidad de negocios para compañías nacionales, que pueden tener una plataforma de exportación y ventas en el mercado interno cubano”.
"Brasil está liberando la quinta etapa del financiamiento de esa obra, de dólares", dijo a la AFP el director de la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones, Hipólito Rocha Gaspar, quien asiste a la feria commercial en La Habana.
Preguntado acerca de cuáles empresas brasileñas están interesadas en invertir en esa zona, Rocha Gaspar dijo que "hay muchas conversaciones, pero aún nada en concreto”.
Rocha, dijo a la prensa que Brasil "prevé destinar un crédito de 220 millones de dólares" para que la empresa brasileña Fanavid S.A. instale una fábrica de vidrio en y aseguró que la compañía Marcopolo S.A., un gran productor de autobuses, negociará con una empresa cubana la construcción de una fábrica de carrocerías en la isla.
"Ya estamos dando los primeros pasos para la creación de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel", dijo el ministro de Inversión Extranjera y Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca, al inaugurar el sábado la XXX Feria Internacional de La Habana.
La creación de estas zonas especiales está contenida en el punto 103 de los Lineamientos de la Política Económica y Social aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba celebrado el pasado mes de febrero.
El punto en cuestión autoriza “promover la creación de Zonas Especiales de Desarrollo que permitan incrementar la exportación, la sustitución efectiva de importaciones, los proyectos de alta tecnología y desarrollo local; y que contribuyan con nuevas fuentes de empleo”, aunque no define ni precisa, los límites de su función.
Malmierca dijo que "desarrollar un intenso proceso inversionista constituye una prioridad" del gobierno cubano y "en este sentido, el aporte del capital extranjero continuará jugando un rol importante en el presente y el futuro”.
"El aporte del capital extranjero continuará jugando un rol importante en el presente y el futuro, para la atracción de tecnologías modernas y ambientalmente limpias y la diversificación de mercados para la exportación de nuestros bienes y servicios", agregó.
La Zona Especial de Desarrollo del Mariel, enclavada en el puerto del mismo nombre, prevé, además de la actividad portuaria, la más importante del país, una plataforma industrial para la importación, elaboración de productos y su venta en el mercado interno o a otros países.
“La gran contribución que Brasil puede dar a Cuba es ayudar a su desarrollo económico”, aseguró la presidenta Dilma Rousseff durante su visita a la isla el pasado mes de febrero.
El proyecto de infraestructura, de unos 900 millones de dólares, es ejecutado por la compañía brasileña Odebrecht,con un financiamiento de 682 millones aportado por Brasil y el resto por Cuba.
Según el periódico brasileño, Folha de Sao Paolo el proyecto será el equivalente en Cuba a las zonas económicas especiales creadas por China para atraer capital extranjero y que son vistas por el gobernante Raúl Castro como un modelo para reactivar la economía de la isla.
Según el diario, para Brasil es una “oportunidad de negocios para compañías nacionales, que pueden tener una plataforma de exportación y ventas en el mercado interno cubano”.
"Brasil está liberando la quinta etapa del financiamiento de esa obra, de dólares", dijo a la AFP el director de la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones, Hipólito Rocha Gaspar, quien asiste a la feria commercial en La Habana.
Preguntado acerca de cuáles empresas brasileñas están interesadas en invertir en esa zona, Rocha Gaspar dijo que "hay muchas conversaciones, pero aún nada en concreto”.
Rocha, dijo a la prensa que Brasil "prevé destinar un crédito de 220 millones de dólares" para que la empresa brasileña Fanavid S.A. instale una fábrica de vidrio en y aseguró que la compañía Marcopolo S.A., un gran productor de autobuses, negociará con una empresa cubana la construcción de una fábrica de carrocerías en la isla.