El ingeniero y profesor universitario David Alejandro Martínez Espinosa, residente en Cienfuegos, denunció en redes sociales las maniobras de la Seguridad del Estado para atemorizarlo por su intención de participar en la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba del próximo 15 de noviembre (15N).
Martínez Espinosa mencionó en una extensa denuncia en Facebook que ha sido amenazado con llamadas telefónicas y mensajes anónimos como parte de una "guerra psicológica" y está convencido de que su reciente expulsión de la Universidad de Ciencias Médicas en Cienfuegos, ocurrida el martes, responde también a una medida de carácter "punitivo y disuasorio" por parte de la policía política cubana.
"Punitivo, en cuanto que constituye un castigo por lo hecho por mi hasta hoy, en lo relativo a mi activismo cívico a favor de los derechos de todos los cubanos a manifestar sus opiniones y desacuerdos pacíficamente y Disuasorio, en cuanto que pretende disuadirme de CONTINUAR haciéndolo, y sobretodo, es obvio, pretende disuadirme de mi intención de marchar el día 15N", explicó.
"Yo soy católico y sé que ante Dios no hay héroes anónimos. Mientras pueda caminar y me lo permitan repetiré una y otra vez que el 15N y cuantas veces entienda, yo iré a la calle, a manifestarme, porque la calle no es de ustedes: los baches y los huecos que la saturan, lo son", agregó.
El profesor criticó "la injusticia del Sistema Socialista Cubano que priva del sustento a un ciudadano de bien, por el leso crimen de criticar el gobierno de su país o lo que es peor todavía, por pretender salir a manifestarse cívica y pacíficamente para exigir el fin de la violencia, el acoso laboral, la libertad de los presos políticos y la instauración del diálogo nacional entre todos los cubanos".
Martínez Espinosa relató su conversación con la funcionaria que le anunció su despido a quien le dijo: "Además de todas las razones que teníamos para marchar, ahora yo le sumo esta: “por el fin del acoso laboral a los ciudadanos con ideas políticas diferentes”.
El Observatorio de Libertad Académica (OLA) ha denunciado que el Estado socialista cubano apuntaló la monopolización de la educación y de la discriminación por motivos políticos en las universidades cubanas a través de “la intransigencia frente a cualquier alternativa política o social que pudiera emanar de la ciudadanía”.
La entidad, con sede en la Universidad Sergio Arboleda, en Colombia, ha reiterado en varios informes en que la persecución política e ideológica en las instituciones académicas en la isla ha sido una táctica represiva desde la instauración de la revolución de 1959 empleada contra alumnos y profesores.
